Diecisiete años atrás, conservadores y extrema derecha ya habían formado gobierno juntos. Duró poco, pero se había roto un tabú vigente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Después de Francia, Alemania, España y varios países del Este, Austria también eligió el domingo un gobierno de derecha. En este caso, de derecha dura. Sebastian Kurz, líder del democristiano Partido Popular (Ovp), está a punto de convertirse en el jefe del Ejecutivo en Viena en alianza –es lo más probable– con la ultraderecha representada por el Partido de la Libertad (Fpo). Sumadas, ambas fuerzas reunieron en las legislativas del domingo 15 más del 58 por ciento de los votos (31,4 el Ovp y 27,4 el Fpo), contra un magro 30 y pico por ciento de los socialdemócratas del Spo y dos formaciones ecologistas. Reunidas t...
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