Varios pájaros de un tiro - Semanario Brecha

Varios pájaros de un tiro

La creación de un nuevo método anticonceptivo podría derrocar a las pastillas para siempre. Se trata de pequeñas perlas hechas de algas marinas, que atraen y capturan espermatozoides mediante un curioso artilugio.

Se avecina un futuro sin alarmas, sin corridas de emergencia a farmacias ni intervenciones dolorosas e irreversibles. La creación de un nuevo método anticonceptivo podría derrocar a las pastillas para siempre. Se trata de pequeñas perlas hechas de algas marinas, que atraen y capturan espermatozoides mediante un curioso artilugio.

Desde hace meses, un grupo de científicos estadounidenses se abocan al proceso de experimentación y elaboración de este anticonceptivo de largo plazo, reversible y libre de hormonas, creado a partir de esferas diminutas extraídas de algas. Estas pegajosas perlas se insertarían en el útero de una mujer imitando a un óvulo, de modo que capturen a los espermatozoides antes de que lleguen al óvulo natural. El truco estaría en que estos “falsos óvulos” de un diámetro de apenas 0,037 milímetros, están recubiertos de una proteína llamada ZP2, la misma que los espermatozoides reconocen para unirse al óvulo y fertilizarlo. Según la doctora Gunda Georg, jefa del departamento de Química Médica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Minnesota, son totalmente inofensivas, “son meramente portadores de la proteína ZP2 que atrae el esperma. Por sí solas, las perlas no tienen efecto alguno”.

Además de abrir a la ciencia un campo de posibilidades para trabajar sobre anticonceptivos no hormonales, otra de las ventajas de este nuevo mecanismo es que podría utilizarse para tratamientos de fertilidad. Allan Pacey, investigador de la Universidad de Sheffield, declaró al portal New Scientist que las clínicas de fertilidad consideran interesante la posibilidad de utilizar este mecanismo para “seleccionar espermatozoides sanos para su uso en técnicas de concepción asistida, en función de su capacidad para unirse a estas perlas”, una tarea que en la actualidad es muy difícil de realizar y cuya eficacia sólo se da en un cuarto de los intentos.

¿Será que al fin existe un anticonceptivo cómodo, saludable, no invasivo y eficaz? A pesar de la expectativa en el entorno científico, la investigación se encuentra todavía en pañales. Jurrien Dean, investigador del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales en Bethesda, Maryland, considera que la técnica tendrá que desarrollarse más antes de poder ser utilizada en personas, ya que hasta el momento se ha aplicado (exitosamente) en ratones. Sí podrá comenzar a utilizarse para tratamientos de fertilización, pero aún toca esperar.

 

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