Peter Sloterdijk dice que «allí donde los encubrimientos son constitutivos de una cultura; allí donde la vida en sociedad está sometida a una coacción de mentira, en la expresión real de la verdad aparece un momento agresivo, un desnudamiento que no es bienvenido». Idea Vilariño es una poeta combatiente en este sentido, no porque denuncie la mentira de su tiempo, sino porque se deja envenenar por ella, haciendo del cinismo una palabra hiriente y herida. Sloterdijk separa entre cínicos y quínicos. Los primeros tienen «una relación de estrategia y de táctica, de sospecha y de desinhibición, de pragmatismo e instrumentalismo, todo ello en la maniobra de un yo político que piensa en primer y último término en sí mismo». La «política de los políticos», enquistada al secreto y a la corrupción, e...
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