En el libro Contra Saint-Beuve, editado en 1954 luego de la muerte del autor y donde se recogen sus críticas literarias, Marcel Proust escribía: «Los bellos libros son escritos en una suerte de lengua extranjera. Debajo de cada palabra, cada uno de nosotros encuentra un sentido o al menos una imagen, que suele ser un contrasentido». De este fragmento surge una idea planteada por el psicoanalista y traductor uruguayo Edmundo Gómez Mango (1940-2019) en su artículo titulado «L’infantile en langues» («Lo infantil en lenguas»), publicado para Presses Universitaires de France en 2010, donde plantea que «el escritor se sumerge en una lengua que no puede elegir, que se impone ella misma».2
El bilingüismo parecería no ser un fenómeno extraño a la literatura. Desde Vladimir Nabokov, Joseph Conrad y ...
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