Disponible en las tiendas online de Google y Apple, Firechat parece a simple vista una aplicación más entre tantas otras creadas por un grupo de ingenieros de Sillicon Valley. La firma Open Garden, que diseñó la aplicación, aconseja usarla para compartir fotos de conciertos o festivales. Según las reseñas, Firechat también es utilizado frecuentemente para compartir pornografía.
La aplicación sugiere al usuario distintos grupos para conversar, clasificados a partir de la religión, política, edad, sexo, etcétera. Hasta ahí, nada distinto a las clásicas aplicaciones de mensajería. Pero al contrario de lo que podría pensarse al descargarla, Firechat se transformó en un punto de encuentro para millones de manifestantes pro democracia en Hong Kong y en otras partes, dispuestos a organizarse y discutir sobre política.
Y de paso desafiar a la censura. Desde que las manifestaciones por elecciones libres en la ex colonia británica comenzaron, el grupo de chat “Occupy Central” se ha vuelto uno de los más populares de la aplicación. En setiembre, 100 mil usuarios de Hong Kong se unieron a la aplicación en 22 horas y 33 mil de ellos la utilizaron al mismo tiempo.
El éxito de Firechat se basa en que no utiliza la infraestructura de Internet convencional para compartir información. Así, puede saltearse la censura o una red congestionada en medio de una manifestación multitudinaria. Aunque no hay evidencia, los habitantes de Hong Kong temen que el gobierno intervenga las líneas telefónicas y de Internet para impedir que se propaguen las protestas. Si la conexión a Internet desaparece, Firechat automáticamente utiliza el Bluetooth y el wifi de los celulares para conectarlos unos con otros. Así se teje una red cuya cobertura se amplía cuantos más móviles haya. Las señales parten de los aparatos, sobre los cuales el gobierno no tiene control, salvo que los confisque.
Los disturbios en Londres y las manifestaciones en Oriente Medio durante la primavera árabe fueron organizados utilizando aplicaciones como Twitter. Pero claro, la red se desmoronaba cuando el gobierno bloqueaba el acceso a Internet. En Hong Kong, en cambio, los manifestantes controlan las comunicaciones; parecerían pertenecer a la generación siguiente. No en vano el lema de Firechat es “Vos sos Internet”