Sabor agridulce - Semanario Brecha
Una larga investigación sobre vigilancia militar en democracia corroborada por la fiscalía

Sabor agridulce

A seis años de las primeras publicaciones de Brecha que demostraban la existencia de una larga actividad de espionaje militar y policial hasta bien entrada la democracia, el desenlace de la investigación judicial iniciada en 2018 es decepcionante para la fortaleza democrática. Sin embargo, es también gratificante que la fiscalía haya ratificado la veracidad de las denuncias. Por otro lado, un trabajo del proyecto universitario Cruzar logró avanzar en la trama de la vigilancia estatal durante la campaña por el referéndum del voto verde.

El Estado Mayor del Ejercito evalúa la composición de la Corte Electoral. Archivo Berrutti, rollo 945, imagen 601. PROYECTO CRUZAR

La reiteración de la mentira da sus frutos. Así como la jerarquía de Cabildo Abierto reitera el andamiaje de falsedades para encubrir los brutales asesinatos de las muchachas de abril, reivindica el carácter de víctima del procesado general retirado Juan Modesto Rebollo (el mismo que después encubrió el asesinato y desaparición del agente chileno Eugenio Berríos) y, de paso, cuestiona una vez más a la justicia penal, de la misma forma el expresidente Julio María Sanguinetti vuelve a calificar de invento el denunciado espionaje militar en democracia. Esa es una de las repercusiones que surgen de los titulares de los medios a raíz de la decisión de un fiscal que decide archivar la causa, pero porque los delitos prescribieron, no porque esos delitos no hayan existido.

Las recientes apreciaciones de Sanguinetti pasan por alto el hecho de que durante más de un año una comisión investigadora de Diputados analizó la documentación encontrada en el Archivo Berrutti y decidió pasar los antecedentes a la Justicia, precisamente para que laudara sobre las evidencias recolectadas, a lo que algunos responsables solo pudieron oponer endebles «no recuerdo» o «no estaba enterado».

Por más que el desenlace sea decepcionante para la fortaleza democrática y para el respeto de los derechos en la convivencia social, de alguna manera es gratificante para Brecha que su denuncia inicial, a través de una extensa y profunda cobertura (véase separata Infiltrados. Espionaje militar en democracia,1 febrero de 2017), haya sido ratificada en su veracidad por el dictamen fiscal. Una buena parte de esa denuncia correspondía al intenso espionaje que el Departamento III de la inteligencia militar realizó durante casi tres años, en el período en el que se gestó la campaña de firmas para la derogación de la ley de caducidad, las múltiples trabas y chicanas que sembró el gobierno para defender la impunidad, y el ambiente de presión que rodeó el acto mismo del referéndum. De toda esa historia, en detalle, tal como surge de los documentos militares, trata «Continuidad de viejas prácticas. Espionaje de la inteligencia militar en el referéndum por la ley de caducidad», elaborado por un equipo de investigación de Cruzar, el proyecto universitario para la sistematización de archivos militares de la Facultad de Información y Comunicación de la Universidad de la República. El trabajo, de noviembre de 2018, puede leerse en el sitio web del proyecto.

1. La publicación de Brecha fue posible gracias al apoyo de Fundación Friedrich Ebert Uruguay (FESUR), Fundación Vivian Trías, Observatorio Luz Ibarburu y Secretaría de Derechos Humanos del PIT-CNT.

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