Es tan fácil como ponerse en los zapatos ajenos: estar en el barrio de uno y que de la nada aparezcan un alguacil, un abogado y un par de policías con un papel en la mano. El papel es un exhorto para una inspección ocular. La inspección es por un desalojo. Pero el alguacil, el abogado y la Policía les dicen esto último a pocos vecinos, no a todos. Perdón, dicen que es una diligencia preparatoria para un juicio de acción reivindicatoria. Eso lo saben recién cuando consiguen asistencia de abogados. Luego de la acción reivindicatoria, probablemente serían desalojados. Sin embargo, no es nada que no se esperase. El barrio es un asentamiento y está ubicado en los terrenos que pertenecieron a la compañía Neptunia SA. Y le pertenecen aunque estén abandonados hace más de 30 años por los problemas ...
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