El disco Viveza cierra con la canción «Críticas», una suerte de acumulado de cuestionamientos o apuntes que a Fernando Cabrera le marcaron la vida. Uno de los versos dice: «Mis canciones son cerradas, mis pasiones son erradas, qué porvenir…». El concepto de «canción cerrada» tiene opciones de interpretación infinitas: cerrada temáticamente, cerrada musicalmente, cerrada climáticamente, etcétera. No queda muy claro de qué se trata, pero la realidad literal es que las canciones de Cabrera son exactamente lo opuesto a cerradas: difícil encontrar a un cantautor que haga, actuación tras actuación, tantas versiones de sus propias canciones. Nunca una canción de Cabrera suena igual que la vez anterior: por un nuevo silencio, por un acorde en la guitarra que antes no estaba, por estirar una frase...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate