En un exquisito apunte de sus diarios, Henry David Thoreau postula lo siguiente: «La pregunta no es adónde ha ido el viajero, qué lugares ha visto, pues sería difícil elegir entre esos sitios, sino quién era el viajero, cómo ha viajado, si sus vivencias han sido auténticas».1 Semejante frase, cuya hondura parece imposible dilucidar, guarda una poderosa hermandad con los efectos de lo narrado en Tanto, la primera novela de la poeta, librera y editora argentina Nurit Kasztelan. En dicha obra, la autora nos ofrece un texto fragmentario en el que es posible espiar la intimidad de la protagonista, Helena, a partir de su llegada a una casa perdida en algún lugar de la llanura pampeana.
Sabemos tan poco de su historia previa como del sitio al que ha llegado: ha salido de la ciudad, ha perdido a u...
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