Hace más de un año que el mundo asiste en directo a una guerra de exterminio del gobierno israelí sobre la población palestina en Gaza y a un recrudecimiento de los ataques sobre los palestinos en los territorios ocupados.
Se trata de una nueva etapa en un largo proceso de más de 75 años en el que el pueblo palestino ha sido sometido a todo tipo de abusos. Ha sido expulsado de sus tierras ancestrales, discriminado, reprimido, asesinado. La colonización ha crecido sin parar, arrebatando crecientes porciones de territorio y convirtiendo los territorios ocupados en una serie de islas aisladas por retenes con todo tipo de limitaciones a la libre circulación de las personas. Durante más de 15 años, Gaza y sus 2 millones de habitantes estuvieron sometidos a un bloqueo por tierra, mar y aire. Un sistema de apartheid, tal como lo han definido organizaciones como B’Tselem y Amnistía Internacional, fue establecido en la Palestina ocupada.
Los hechos del 7 de octubre de 2023, que incluyeron actos terroristas aborrecibles, se han convertido en la excusa para que el gobierno israelí avance hacia una nueva etapa en el proyecto colonial: la eliminación del pueblo palestino como sociedad viable y su expulsión masiva para hacer realidad el sueño del Gran Israel.
En estos últimos 13 meses asistimos a una verdadera limpieza étnica. Las cifras oficiales, que solo cuentan los cadáveres encontrados, contabilizan al 23 de noviembre de 2024 más de 44 mil muertos y 100 mil heridos, dos tercios de ellos mujeres y niños. Han sido destruidos todos los hospitales y el personal de salud ha sido atacado de manera deliberada, causando la muerte de más de 1.000 médicos y enfermeras. Han sido destruidos los sistemas de agua potable y las escuelas, los templos, las viviendas, así como todas las universidades de Gaza.
En julio pasado, la Corte Internacional de Justicia declaró «ilegal la presencia de Israel en el Territorio Palestino Ocupado» y exhortó a todos los Estados «a que cumplan las obligaciones que les incumben en virtud del derecho internacional», incluidas abstenerse de «reconocer como legal la situación derivada de la presencia ilegal de Israel en el Territorio Palestino Ocupado», no prestar «asistencia para mantener la situación creada por la presencia ilegal de Israel en el Territorio» y «no reconocer ningún cambio en el carácter físico o la composición demográfica, la estructura institucional o el estatuto del territorio ocupado por Israel el 5 de junio de 1967, incluida Jerusalén Oriental».
En este contexto aparece la noticia de que Uruguay planea abrir una oficina de innovación en Israel, más precisamente en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
El reconocido avance científico y tecnológico de Israel no es neutro. Los crímenes contra la humanidad de que es víctima el pueblo palestino se llevan a cabo sobre la base de una enorme superioridad tecnológica y utilizando tecnologías muy sofisticadas. La inteligencia artificial, los robots y los drones más avanzados se utilizan para el genocidio. Tampoco es neutra la decisión de abrir una oficina gubernamental en la ciudad de Jerusalén, cuyo estatus especial no debe ser modificado si se pretende avanzar en algún momento hacia la paz.
Llamamos a Uruguay a no abrir una oficina de innovación en Israel en este momento y mucho menos en Jerusalén.
Primeras firmas:
Gregory Randall, Rafael Guarga, Agustín Cano, Miguel Arocena, Soledad Gutiérrez, Sabrina Álvarez, Héctor Cancela, Roberto Markarian, Daniel Viñar, Gonzalo Tejera, Ana Laura López, Gonzalo Salas, Facundo Benavides, Alejandro Gutiérrez, Graciela Carreño, Martín Randall, Lucas D’Avenia, Pablo Musé, Sebastián Aguiar, Victoria Gradín, Carlos Santos, Jimena Alonso, Antonio Romano, Ana María Ferrari, Aldo Marchesi, Mariana Achugar, Federico Lecumberry, Magdalena Broquetas, Jorge Martínez, Miguel Martínez, Susana Rostagnol, Pilar Uriarte, Vania Markarian, Gabriel Oyhantcabal, Néstor Mazzeo, Ángel Segura, Matías Valdés, Daniel Conde, Mariana Meerhoff, Carla Kruk, Armando Treibich Kohn, Federico La Rocca, Carlos Batthyany, Rafael Bernardi, Gonzalo Casaravilla, Marcos Supervielle, Teresa Sbuzzi, Andrea Vigorito, Gabriel Kaplún, Mauricio de Rosa, Samuel Blixen, Mariángeles Lacava, Gonzalo Serantes, Gastón García, Anna Danieli, Pablo Harari, Marcelo Mendizábal, José Díaz, Zaida Arteta, Santiago Alzugaray, Mario Pérez, Mariana Caffa, Leandro Grille, Ronell Bologna, Graciela Muslera, María José Brunetto, Guillermo Moyna, Ruben Peluffo, Ana Laura Mello, Leo Harari, Marcelo Viñar, Marcelo Pérez, Sergio Meresman.