Las elecciones departamentales de 2020 fueron un duro golpe para el Frente Amplio (FA). En medio de la pandemia de covid-19 y con el gobierno de Luis Lacalle Pou en pleno apogeo, la coalición de izquierdas ganó solo tres de las 19 intendencias, incluidas las de Montevideo y Canelones, sus bastiones electorales. Una de las derrotas más duras fue en Rocha: el Partido Nacional (PN) ganó por poco más de mil votos y terminó con tres períodos consecutivos de gobiernos frenteamplistas. Cinco años después, el FA busca recuperar terreno a nivel departamental. El objetivo de la coalición de izquierdas es ganar, al menos, en seis departamentos y que el mapa electoral se asemeje a lo que sucedió en 2005, tras la primera victoria del FA a nivel nacional (véase «Efecto arrastre», Brecha, 3-I-25).
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