«Cuando Israel asesinó a varios altos oficiales militares y científicos nucleares iraníes el 13 de junio, hubo una euforia inicial entre algunas élites gobernantes del Golfo. Lo interpretaron como una señal de la disminución de la amenaza regional de Irán», señala Mira Al Hussein, especialista en islamismo de la Universidad de Edimburgo (Asia Times, 24-VI-25).
Desde la revolución de 1979, Irán ha intentado exportar su régimen generando enemistad con las monarquías y los países agrupados en el Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudita, Bahréin, Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos y Qatar). Apoyó a grupos armados en Irak, Líbano y Yemen, también al régimen despótico de Bashar al Asad en Siria, y, según la articulista, «ha desempeñado un papel desestabilizador en todo el mundo árabe»....
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