El día antes del encuentro con los historiadores Aldo Marchesi y Vania Markarian y pocas horas después de que el Departamento del Tesoro estadounidense le impusiera la llamada «pena de muerte financiera» al juez Alexandre de Moraes, integrante del Supremo Tribunal Federal de Brasil, Donald Trump le estampó la firma al decreto que materializó su amenaza de imponer tarifas del 50 por ciento a los productos brasileños que ingresen a Estados Unidos.
Las razones de la medida no son comerciales. Incluso la Casa Blanca informa que el año pasado la balanza comercial entre ambos países fue favorable a Estados Unidos en 7.400 millones de dólares. Un comunicado de Washington explicó que en realidad se trata de un castigo contra quienes llevan adelante el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro p...
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