Humberto Megget, joven poeta uruguayo, acaba de morir en un sanatorio montevideano a los 24 años. Años los suyos de alas cortadas, sin salud, sin dinero, sin libros, con tos en invierno, fatiga en verano, con hablar ceceoso y reticente, con rostro oscuro y enfermizo, con simpatía, con impotencia, con orgullo, con rebeldía… Ahora, demasiado tarde, como siempre, solo podemos declarar el valor de sus versos, mostrar un poema, dejar constancia del paso del joven poeta que desoímos.1
Idea Vilariño
Alto, delgado, como de uno ochenta, de tez muy pálida, de grandes ojos oscuros y cabello renegrido. Hablar ceceoso, de lo cual él mismo se burlaba. Una especie de alegría melancólica lo envolvía como un aura. Un tanto tímido, pero seguro de sus convicciones, de las que no se apeaba fácilmente. Bueno, ...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate