No existe una biografía extensa de Hermeto Pascoal, ni mucho menos estudios que exploren con un mínimo de profundidad su lugar en la canción brasileña o se atrevan en la densa maraña de su abundante producción musical, que es compleja, variada e inusual. Su carrera solista empezó en 1970 en Estados Unidos –él tenía 33 o 34 años, aunque la amplia cabellera y la larga barba blancas (por su albinismo) y los lentes espesos (por un estrabismo severo) ya sugerían una presencia venerable, que, mezclada con un comportamiento medio idiosincrásico y con su nombre (combinaba hermetismo con Pascuas), le terminó valiendo el apodo de Brujo–. El brujo Hermeto convertía en música todo lo que tocaba con su varita mágica, generaba unas creaciones enigmáticas que hechizaban a los oyentes atentos y dio origen...
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