No debe de existir cineasta en la actualidad que haya sido tan aclamado en los últimos 15 años como el griego Yorgos Lanthimos, un director único en su especie que ha captado la atención crítica con una clara rúbrica autoral y que ha logrado seducir a un gran público sediento de ideas novedosas. También ha sido recibido y abrazado por Hollywood, que le abrió sus puertas y lo condujo a las más refulgentes premiaciones y alfombras rojas. Para colmo, Lanthimos lo merece, ya que hasta hoy ha conquistado una obra ejemplar, consistente, siempre sólida e interesante. Podemos establecer una clara división entre sus películas, dictada nada menos que por la presencia determinante de uno de sus colaboradores de primera línea, el libretista Efthimis Filippou. Lanthimos coguionó, junto con Filippou, Ca...
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