Animal político - Semanario Brecha

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Con una inversión de unos 200 mil dólares, la Iglesia Católica de Montevideo se zambulló en el mundo de las comunicaciones. El nuevo canal web, Icm TV, es tan sólo una pequeña parte de su nueva estrategia multimedios, que cuenta con la asesoría de la Universidad de Montevideo. La institución incursionará en el dictado de un curso de educación sexual a distancia. Sus contenidos se basarán en “la ley natural” que establece que el “matrimonio es entre el hombre y la mujer” y “los homosexuales, como tales, no existen”.

El estudio de producción de contenidos audiovisuales de la Iglesia Católica de Montevideo / Foto: Fernando Pena

La creación del nuevo canal web es tan sólo un mojón del proyecto que tiene entre manos la Iglesia Católica de Montevideo. Sobre la calle Cerrito se encuentra la sede que unifica todos sus medios. Aunque desde afuera no se percibe, el edificio cuenta con el estudio de Icm TV y el de Radio Oriental, la redacción del quincenario Entre Todos, una sala de teatro, una capilla y la librería editorial Arquidiocesana. A su vez, allí funciona el Departamento de Comunicación Social (Decos) que orquesta y lleva adelante el plan de comunicación social de la Iglesia.

El sacerdote y director del departamento, Pablo Coimbra, explicó a Brecha que el Decos “siempre existió como tal”, lo que se hizo “este año y medio fue crear una productora de contenidos católicos”. La Iglesia sintió la necesidad de aggiornarse. “El mundo secular ha avanzado a pasos agigantados y nosotros hemos quedado en la retaguardia. Siempre hay que revisarse y pensar cómo realizar, de mejor manera, la tarea de evangelización.”

El cura manifestó que los contenidos ya están definidos, el “desafío” es cómo trasmitirlos. La Iglesia necesita un “lenguaje moderno, diferente y nuevo”. Procura priorizar la “imagen” y crear “mensajes cortos que lleguen al corazón humano”. “Muchas veces la Iglesia ha cometido el error de hablar para la interna, pero si queremos llegar a la gente tenemos que hablar como la gente. Por supuesto dentro de los límites”, explicó. Para lograr este cometido el departamento revitalizó algunas plataformas que ya poseía. Además del quincenario, del canal web y la editorial, el Decos modernizó la web de la Iglesia y se encarga del manejo de las redes sociales. Coimbra puntualizó que si bien la institución “cuenta con plataformas propias”, no se restringe “para uso propio” los contenidos elaborados: “La idea es poder ofrecer productos de calidad y con un contenido interesante a otras plataformas que estén interesadas”.

Entre los actores que pueden sentirse atraídos por la propuesta, Coimbra destaca a los canales de televisión abierta: “Vamos a ir a hablar con ellos para mostrarles los productos que hacemos”, porque “están centrados en valores que son universales y que si bien tienen un vínculo íntimo con la fe, éste no tiene por qué ser explícito”. También apuntan a ofrecer sus servicios a “los canales de cable del Interior”.

Aclaró que utiliza la palabra estrategia “sin miedo”, aunque sabe que esa “terminología” a veces “asusta” porque “parece estar muy ligada a la manipulación, pero obviamente queremos rescatar de la palabra lo más puro e importante. Hablamos de un trabajo bien hecho, que llegue y sea eficaz”.

CRECED Y MULTIPLICAOS. La inversión para este multimedios fue de aproximadamente 200 mil dólares. El monto fue destinado a la revitalización de la sede, incluyendo el arreglo de la fachada, el acondicionamiento del teatro y la capilla, y la importación de cámaras y equipamiento para el nuevo canal. La Iglesia contó con “la colaboración de gente que ha dado de sí sus horas y su tiempo de manera honoraria”, explicó Coimbra. Al momento, 30 personas integran el Decos.

El nuevo emprendimiento también contó con otros recursos humanos. La Universidad de Montevideo (UM), institución vinculada al Opus Dei, asesoró y acompañó a la Iglesia durante todo este proceso. En el plan de comunicación de la Iglesia de Montevideo, al que accedió Brecha, es esa universidad y no la jesuita Universidad Católica la que figura en la sección “alianzas estratégicas”. En el documento se desarrolla el papel clave de la UM en el nuevo proyecto: “Prestará ayuda en el área de producción y contenidos”.

El objetivo de la UM es “apoyar al Decos en la elaboración de un plan de comunicación, en la capacitación y apoyo técnico comunicacional, en el desarrollo de las líneas de investigación sobre la comunicación del mensaje de la Iglesia en el Uruguay de hoy, en el rediseño y reestructura del quincenario Entre Todos y en la puesta en marcha de la oficina de prensa”.

Coimbra ahondó en el vínculo con la institución educativa y detalló a Brecha que la UM “ha propuesto capacitación para los integrantes del Decos” y también asesoramiento “porque queremos transformar la radio y el quincenario”. La publicación en papel tiene un tiraje de 3 mil ejemplares que se venden en las parroquias: “Lo lee la gente que va a misa, la idea es dar un salto hacia afuera. No tenemos muchas pretensiones, pero por lo menos que se conozca, que las noticias que salgan acá sean de interés para otros medios”.

La UM asesorará a la Iglesia para que el quincenario “pueda ser un medio de opinión”, en el que la institución “opine sobre lo que está sucediendo, aunque guste o no. Queremos que su voz sea escuchada como tantas voces en una sociedad plural”, manifestó Coimbra.

En la misma línea, se busca la reestructura de Radio Oriental. Según el sacerdote, los programas específicamente católicos deben adquirir un “profesionalismo” que todavía no tienen. “Pretendemos, además, que el resto de la grilla que tiene la radio –que son programas seculares–, como el fútbol, el programa de Abel Duarte, Alas para el folclore, e incluso el programa de Emiliano Cotelo, responda a un estilo, a una artística. No pretendemos que sean evangelizadores ni mucho menos, eso lo respetamos muchísimo, pero sí que se le dé una identidad a la radio”, apuntó el sacerdote.

El otro “asesor estratégico” de la Iglesia es la emisora de televisión brasileña Rede Século 21, que brindará apoyo técnico para el funcionamiento de la multiplataforma. Además, la Iglesia tomó como inspiración la experiencia del medio brasileño y comenzará a dictar, próximamente, cursos a distancia a través de su canal web.

El primero de ellos va a ser un curso de sexualidad llamado “Aprender a amar” (véase recuadro). Luego continuarán la experiencia con cursos de catequesis para adultos, escuela de padres (donde se abordarán distintas estrategias para “mantener a la familia unida y preservar el amor, trasmitir valores a los hijos y educarlos en sus diferentes etapas”), así como también cursos de Biblia y liturgia, que se relacionan “más con la interna de la Iglesia”, detalló el sacerdote.

¿Por qué la Iglesia en vez de desarrollar un canal web no decidió presentarse al llamado de canales digitales? Coimbra explicó que los requerimientos eran más exigentes y costosos: “Empecemos con lo mínimo y vayamos creciendo. De acuerdo a lo que nos han dicho, lo que estamos haciendo es la tendencia”.

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Los contenidos que propone el director de Comunicación de la Iglesia, Pablo Coimbra

 “Los homosexuales, como tales, no existen”

—A través de Icm TV la Iglesia va a dictar cursos a distancia. ¿Qué contenidos van a tener?

—Lo que tenemos pronto para lanzar es un curso de educación sexual que está dirigido a padres y educadores. Pensamos que es un error lo propuesto en las guías del colectivo Ovejas Negras, en las de Anep y en la aplicación Gurú del sexo. Los adolescentes se informan directamente a través de su móvil pasando por arriba a sus padres.

—¿Cuáles serían los errores de la guía?

Está impregnada de ideología de género. Para esta corriente, el género es una construcción cultural y social. Se desconoce lo que es dado por la naturaleza. Si bien hay casos en que existen niños que se sienten niñas o niñas que se sienten niños, son escasísimos. Hay que darles la debida atención porque no dejan de ser un drama humano, el problema es cuando uno quiere pasar de lo particular a una realidad general y proponerlo para todos.

— ¿A qué se refiere con el traspaso de lo particular a lo general?

En la propuesta de la ideología de género tú no sos varón ni mujer, elegís ser varón o mujer, entonces es como si se tratara de una cuestión de opción y la educación que plantea la guía, en muchos aspectos, lleva al niño a una situación en la que se desnaturaliza lo que él es. Nosotros creemos en un modelo de familia y no renunciamos a él. Seguimos sosteniendo que el matrimonio es entre el hombre y la mujer ¿Para qué? Para la procreación de la prole, y para la unión, la expresión del amor genuino que se tienen el uno por el otro. Tú me dirás: “pero dos personas del mismo sexo también pueden sentir amor”. Yo eso no lo niego, pero no llamemos matrimonio a lo que a todas luces no lo es. Cuando uno tiene que educar, propone modelos, y cuando se dice que no hay modelos y se ataca a la familia tradicional, se está atentando contra ciertas leyes que impone la misma naturaleza. El peligro es cuando, desde la educación, se va llevando para un lado que no es, digamos, lo natural.

—¿Usted dice que la ideología de género establece que no existe nada natural?

En el caso extremo, y ahí se constituye el peligro, existen países donde la ley permite a menores de edad, criaturas, cambiarse el sexo sin el consentimiento de los padres. A mí me parece un error. Son los padres los que tienen derecho a determinar eso. Siempre se deja de lado nuestra propuesta: nosotros reivindicamos a la familia tradicional como la base de la sociedad. Entonces, un niño necesita una madre mujer y un padre varón, naturalmente. Después la vida está llena de grises.

—¿Qué grises?

Hay una tendencia de ir guiando hacia un punto que es temeroso. Nosotros no despreciamos nada de lo otro, pero me pregunto por qué se centra la discusión en que los adultos tienen derecho a ser padres y, con base en eso, se dice “a los homosexuales no hay que discriminarlos, también tienen derecho a ser padres”. Pero yo me pregunto, ¿hay un derecho a ser padre o hay un derecho del hijo a tener un padre y una madre? Cada niño tiene derecho a una familia y el Estado tiene que pensar en su bienestar, no en el capricho de los adultos, porque entonces ahí vienen todos los desvíos como “yo quiero ser padre, pero soy homosexual”. Naturalmente, no pueden tener hijos, entonces recurren al alquiler de vientre, a la inseminación artificial y a todo eso que se admite por su derecho. El hijo pasa a ser un objeto que se usa y se tira porque alguien tiene el capricho de ser papá. Si eligen ese camino y ese tipo de vida, deben saber que tiene sus consecuencias.

— ¿Cuál es entonces la propuesta del curso?

La propuesta está en la base de la ley natural. Se aborda la temática con esta mirada que no discrimina, que no los trata de enfermos, que los integra, pero sabiendo que en el fondo constituye un drama. Acá hay otra cosa que quizá resulte fuerte a los oídos: los homosexuales, como tales, no existen… Nadie nace homosexual, nacés hombre o mujer, podés tener una tendencia fuerte a la homosexualidad o a la heterosexualidad, pero la esencia es nacer varón o mujer. La inmensa mayoría tiene una tendencia sexual hacia personas del sexo opuesto, pero hay un grupo de personas –y no lo desconocemos– que tiene tendencias de atracción sexual con el mismo sexo. De todas formas, constitutivamente no son homosexuales, son varón o mujer. No se puede hablar, como se pretende en esta ideología de género, de un tercer, cuarto, quinto y sexto sexo. Eso no es así. Yo no me construyo el sexo, eso viene dado por la naturaleza, es renegar de mí mismo. Ahí está el problema.

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