Para entender las traiciones que sufrió y las desilusiones que enfrentó en aquel año de 2002, es necesario bucear en algunos antecedentes. El 1 de diciembre de 1999, apenas electo como presidente en una segunda vuelta que triunfó sobre Tabaré Vázquez, Jorge Batlle participó, en la residencia del banquero argentino José Rohm, en el barrio porteño de Recoleta, de una cena por lo menos insólita: estaban a la mesa, además del dueño de casa, el ex presidente de Estados Unidos George Bush padre, el ex presidente uruguayo Luis Alberto Lacalle, el presidente argentino saliente Carlos Menem, el presidente electo Fernando de la Rúa y el banquero internacional David Mulford. El encuentro iba a desbrozar el camino de lo que después se llamaría “megacanje de la deuda externa” argentina y el reposiciona...
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