La sede del Club Progreso –cuadro de fútbol del que Tabaré Vázquez es hincha y ex dirigente– fue el escenario elegido para que transcurriera el primer Consejo de Ministros en los barrios de la capital. En un terreno simbólico y amigable, el presidente debió escuchar algunos de los reclamos sobre las Afap que desde hace tiempo corren de atrás a los gobiernos frenteamplistas. Los denominados “cincuentones”, con carteles en mano, le plantearon al presidente nuevamente su situación. “Qué macana lo que se votó hace unos años atrás, ahí está el problema. Pero vamos a estudiarlo”, fue la respuesta que el mandatario esbozó.
Pero no es la primera vez que el Ejecutivo se compromete a rever el asunto. En agosto del año pasado, durante el Consejo de Ministros en Fray Bentos, Vázquez también precisaba que si bien el problema había sido gestado en la década del 90, su administración iba a trabajar en encontrar una “solución al problema”. La solución parece que está al llegar.
Los trabajadores “cincuentones” son hijos de la reforma del sistema de seguridad social, implementada el 1 de abril de 1996. A esa fecha, los mayores de 40 años de edad pudieron permanecer en el régimen de transición, mientras que los menores tuvieron que aportar obligatoriamente al régimen mixto, es decir, al Banco de Previsión Social (Bps) y a las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (Afap). Los perjuicios del cambio empezaron a cristalizarse el año pasado. Los trabajadores cercanos a la edad de retiro se percataron que el monto que iban a percibir era significativamente menor a lo que otros trabajadores obtendrían por el sistema de transición dado que, entre otras cosas, el tiempo de ahorro individual había sido menor por el cambio de régimen.
Desde ese momento, los representantes de los trabajadores en el Bps intentan diseñar una salida. El año pasado –explica el director interino Carlos Clavijo– buscaron dar la batalla en el Diálogo Social, pero no encontraron “voluntad política” para viabilizar el tema. Este año, en el Encuentro Nacional sobre la Seguridad Social de Chile y Uruguay, realizado el viernes pasado, el equipo de representación de los trabajadores en el Bps dio a conocer un anteproyecto de ley que establece que todas las personas de 50 o más años de edad pueden desafiliarse del sistema mixto, lo que implica que puedan pasar de la Afap al Bps (véase recuadro). Con esta iniciativa bajo el brazo, el equipo buscaba, en palabras de Clavijo, “mover la estantería” aunque, para su sorpresa, las arenas políticas se agitaron rápidamente.
TERMÓMETRO POLÍTICO. La tímida respuesta que Vázquez dio a los perjudicados en el consejo tejano se tradujo, imprevistamente, en acción. Al día siguiente, el martes 25, el vicepresidente Raúl Sendic conformó una comisión de bancada de senadores para estudiar la problemática. En la primera reunión participaron los legisladores Rubén Martínez Huelmo, Lucía Topolansky y Rafael Michelini, el asesor de Casa Grande Gustavo Buquet y los representantes de los trabajadores en el Bps, quienes expusieron sobre su iniciativa.
El escenario de la próxima rendición de cuentas parece estar marcando el ritmo de las pisadas del gobierno. Topolansky explicó a Brecha que, además de la rendición, los dos grandes temas que van a ser discutidos este año a nivel parlamentario son la reforma del Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas (Caja Militar) y la situación de los “cincuentones”. “Es el año del medio de la legislatura donde podés meterte con temas grandes sin demasiado drama, ya el año que viene y, en adelante, se complica.”
Para Clavijo el texto es un “insumo” que “por suerte cumplió su objetivo” de “disparar la discusión”. Sin embargo, los representantes de los trabajadores aspiran a que exista un verdadero diálogo social, que sea corto y concreto, para discutir “qué seguridad social queremos para el futuro” porque “el sistema actual ya fracasó, lo demuestra ahora y lo va a seguir demostrando”.
Resolver el problema de los “cincuentones”, para Clavijo, tiene que hacerse de manera inmediata. Explicó que actualmente existen 100 mil trabajadores con más de 50 años, y los posibles perjudicados son cerca de 43 mil personas. La aprobación de la propuesta permitiría a esos trabajadores migrar al sistema del Bps. Esto implicaría que las Afap transfieran 1.600 millones de dólares del total de los aportes individuales al sistema público. “Con ese dinero, más los aportes de esa gente hasta que se jubilen, se estarían sustentando las futuras jubilaciones hasta más o menos 2030, sin que ese dinero se rentabilice en absolutamente nada”, explicó a Brecha el abogado de los representantes de los trabajadores en el Bps, Gabriel Salsamendi.
“Si bien puede ser una alternativa, hay que estudiarlo”, sostuvo a Brecha el senador de la 711 Marcos Otheguy, aunque adelantó que, desde su punto de vista, “hay que dar una respuesta rápida”. En la misma línea, Buquet, economista de Casa Grande, entiende que la solución de los denominados cincuentones debe discutirse en primer lugar y, a posteriori, ahondar en una reforma del sistema más integral.
POSIBLES PASOS. La semana que viene la comisión de senadores conformada por Sendic se volverá a reunir. Los integrantes del Bps ahondarán en los detalles técnicos en los que se basaron para crear el anteproyecto y seguirán dialogando con representantes de todos los partidos políticos sobre su propuesta.
Desde el Senado se espera tener lo “antes posible” un proyecto concreto, manifestó Topolansky. Una vez redactado –seguramente con “muchas coincidencias” con el ya presentado– se pondrá a consideración de la bancada y “se lo llevaremos a Tabaré”; la iniciativa, al tratarse de beneficios jubilatorios, es privativa del Ejecutivo. “La idea que tenemos –continuó la senadora emepepista– es que si nos mandan el proyecto antes de la rendición de cuentas, podemos sacarlo rápido a Diputados para que no bien termine la rendición pueda aprobarlo y salir este año”. En la Cámara Baja no habría mayores inconvenientes, entiende Topolansky, porque considera que es una “preocupación que está en todos los partidos, no pasa por el voto cincuenta, es algo que todos se quieren sacar de arriba”.
Este proyecto sería, al menos, un punto de encuentro entre la bancada frenteamplista y Unidad Popular (UP). El diputado Eduardo Rubio sostuvo que su partido presentó un proyecto de ley el año pasado que, “más o menos, va en la misma línea que plantean los representantes de los trabajadores en el Bps”. El legislador argumentó que “la solución definitiva es derogar las Afap, pero como salida transitoria es imprescindible hacer este camino por la gente que ya está siendo perjudicada”.
La posible solución al problema de los “cincuentones” parece estar en una etapa germinal y los parlamentarios frenteamplistas están atentos a los pasos y a los tiempos que se tome el Ejecutivo, pero en el horizonte parlamentario no parecen existir, por el momento, mayores discrepancias sobre el tema.
[notice]Las líneas centrales
El anteproyecto propone que las personas de cincuenta o más años puedan desafiliarse del régimen mixto “siempre que no se encuentren en goce de alguna jubilación servida al amparo de dicho régimen previsional”. El abogado del equipo de representantes de los trabajadores en el Bps, Gabriel Salsamendi, explicó a Brecha que se decidió excluir a los jubilados porque “toda reforma apunta a los activos y no a los pasivos, sin embargo, no nos negamos a analizar esa posibilidad”.
El traspaso del régimen mixto al régimen del Bps, de acuerdo al texto presentado, podría realizarse una “sola vez y tendrá carácter irrevocable”. La persona que se quiera desafiliar deberá contar con el “asesoramiento obligatorio” del Bps y “le damos un plazo de dos años a quien cuente con 50 o más años y quiera desafiliarse de las Afap, y un año para quien, a la fecha de la promulgación, cuente con 60 o más años de edad”, explicó Salsamendi.
La Asociación Nacional de Afap de Uruguay divulgó un comunicado en el que concuerdan con la “necesidad” de encontrar una solución para los “cincuentones”. Sin embargo, reparó en algunos elementos puntuales del anteproyecto. El presidente de la asociación, Sebastián Peaguda, manifestó que el texto debería centrarse solamente en los “afectados por la incongruencia entre lo aportado y lo reconocido para su cálculo jubilatorio” y no a todas las personas de 50 o más años. También aseguró que si bien existen “personas que fueron afectadas en forma real y hay que buscar soluciones a esas situaciones, dichas situaciones no se deben a las Afap sino al diseño de la ley”.
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