Desde que asumió su nuevo presidente, Ecuador se ha convertido en el campo de una batalla política e ideológica que supera sus fronteras. En América Latina, y hasta en Europa, ha surgido un debate sobre la orientación política y las intenciones del sucesor de Rafael Correa, Lenín Moreno. Para el ex mandatario, su otrora correligionario no es otra cosa que un “traidor”, y la consulta popular del próximo domingo, convocada por Moreno para que los ecuatorianos decidan si aprueban o no la reelección presidencial indefinida –con la que Correa espera volver a la presidencia en 2021–, nada menos que un golpe de Estado. El referéndum del 4 de febrero marcará el fin de un ciclo político en Ecuador.
El correísmo fue la expresión política de la transformación emprendida por el capitalismo ecuatoriano...
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