Aunque estos días llovió en casi todo el país, el déficit hídrico de algunas zonas persiste y provoca daños sociales y productivos. Desde 2005 el Mgap impulsa distintos planes para mitigar los efectos de los fenómenos climáticos adversos. Tras la seca de 2008 se creó el fondo de emergencia, que habilitó soluciones más ágiles para los afectados. Una década después ¿están los productores mejor preparados para afrontar el problema y achicar sus consecuencias? Hoy el ministro recorrerá una de las zonas más afectadas en el centro del país para seguir evaluando la declaración de emergencia agropecuaria.
Tierra agrietada, campos polvorientos y virados al amarillo, animales flacos y sedientos, cultivos agonizantes y raleados, pueblitos sin una gota para beber… La escena es triste, desesperante y c...
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