En los últimos cincuenta años muchos autores han intentado sintetizar en un par de palabras el Adn de la posmodernidad. Para Lyotard es el fin de los grandes relatos, para Vattimo, el pensamiento débil, para Lipovetsky, el auge de lo light, y la lista sigue. Uno de los términos más elásticos y populares a la hora de definir nuestro tiempo es, sin lugar a dudas, la “liquidez” de Zygmunt Bauman. La dicotomía entre la modernidad sólida y la modernidad líquida ha vertebrado buena parte de la obra –acaso la más difundida y estudiada– del sociólogo polaco. Bauman puso a prueba su tesis de lo líquido en varios frentes: vida líquida, miedo líquido, amor líquido, modernidad líquida, arte líquido. Tiempos líquidos. Vivir en una época de incertidumbre fue reeditado en español a mediados del año pasad...
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