Arturo todavía la espera en la confitería de Cabildo y Lacroze. Tiene en una mano un alhajero y con la otra se lleva el cigarrillo a los labios. No hay misterio. Ella no va a volver. O volverá pero entrará por otra puerta y él no la podrá ver. O a lo mejor sí se encuentren, bajo otra forma, con otros labios pero con el mismo gesto, destinados a girar siempre en torno al recuerdo del otro.
La costa ciega, de Carlos María Domínguez (Buenos Aires, 1955), fue publicada por primera vez en 2009 y reeditada en la colección Lectores de la Banda Oriental este año, con prólogo de Ignacio Bajter.
Camboya, con sus medias verdes y su minifalda de jean, aparece frente a un parador desolado sobre la ruta 10. Ema la observa, curiosa, extrañada. Nadie pasa por Dallas, menos alguien con el aspecto de juvent...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate