En la pantalla grande hemos visto muchas veces a Sam Shepard fingiendo ser otros. Y aunque haya muerto el año pasado, podemos, gracias a la magia del cine, seguir viendo su figura emblemática de cowboy misterioso, el resplandor de un mito.
Actor en películas como Elegidos para la gloria y Días del cielo, coguionista de Zabriskie Point y París, Texas, marido de Jessica Lange durante casi tres décadas, baterista en un grupo de rock, fue también colaborador y amigo de los Stones, Patti Smith y Bob Dylan. Un auténtico producto de la contracultura de los sesenta. Más cerca en el tiempo, hacia el final de su vida, trabajó en dos libros que fueron publicados en forma póstuma y se consideran su testamento literario: The One Inside, traducido como Yo por dentro –aunque más afín a su espíritu sería...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate