El número, quizás asociado al derrotero del mesías de la civilización judeocristiana, puede remitirnos a una encrucijada. A un cruce de caminos, o a múltiples bifurcaciones en simultáneo. Brecha cumplió en este mes de octubre, que ya se escabulle, sus 33 años de existencia, sin dejar de porfiar en un tipo de periodismo incisivo, analítico, alternativo y de autor, que respira en su versión en papel, pero que también se disemina a través de las plataformas digitales. Sin abandonar el horizonte de la calidad, el semanario ha tenido que aprender a bucear en una era digital que muta a una velocidad inusitada, sembrando nuevos desafíos económicos, políticos y éticos. Como toda organización de este siglo XXI, Brecha, sin perder su esencia, tiene que adecuarse al cambiante ecosistema, y es también por eso que en este número aniversario se lanza a explicar y relatar algunos de los efectos que esta nueva revolución tecnológica viene desatando en los variados andariveles del transcurrir humano. Las grandes plataformas digitales empresariales y su cada vez más sonada intromisión en los procesos políticos (y electorales); las redes sociales, los derechos y la democracia; las militancias virtuales: ¿desde estos circuitos –o incluso desde otros concebidos con códigos alternativos– es posible zurcir espacios de resistencia a los relatos dominantes? Por otro lado, ¿puede a estas alturas concebirse la técnica como algo neutral? ¿O es el modo presuntamente aséptico que la lógica del capital ha encontrado para colonizar los vasos capilares de la sociedad global? Aun así, hay quienes no dejan de pensar en cómo la tecnología podría trabajar al servicio de un desarrollo inclusivo, o incluso la ven como una herramienta para expandir redes de economía social. Por último: los escapes de la cultura y la bienvenida catarsis de las narraciones distópicas. Apenas disparadores de este Especial Aniversario de Brecha, quizás aluvionales y tan reticulados como las redes, pero que esperamos contribuyan a la pausa y al disfrute en esta transición hacia el año 34.
