Durante la semana pasada, del 13 al 17, se celebró en Montevideo la cuarta edición del Mundial Poético. Quizá sea hora de considerar esta instancia cultural como una de las más importantes de los últimos años, por ser un espacio de visibilización de un género literario que, si bien ha sabido mantenerse en permanente actividad (encuentros, lecturas, congresos, slams y presentaciones; blogs y sitios de publicación digital, proliferación de editoriales pequeñas con catálogos que suelen ser, en su mayoría, muy atendibles), no siempre logra amplificarse fuera de determinados círculos.
En una breve conversación con Martín Barea Mattos, alma máter de este evento que ha ido ganando reconocimiento entre propios y ajenos, él explica que “la creación del Mundial Poético sucede a la Ronda de Poetas. S...
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