Esta novela breve
no figura entre las que habitualmente se mencionan al hablar de Yasunari
Kawabata. Para presentarlo ante los neófitos, la enumeración de las obras más
destacadas del primer ganador japonés del premio Nobel de literatura (lo
recibió en 1968) suele incluir Mil grullas (1962), País de nieve
(1961) y La casa de las bellas durmientes (1978). Casi no es necesario
decir que cualquiera de ellas puede ser una puerta perfecta al mundo de
Kawabata; sin embargo, es posible que la naturaleza elusiva de su estilo merezca
una inmersión todavía más paulatina. Igual que los santuarios sintoístas están
precedidos por un arco llamado torii (“percha de pájaros”), de madera o
piedra, que señala el límite del espacio profano, Bailarinas podría ser
un torii adecuado a la obra de Kawabata. Al at...
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