El fiscal especializado en crimen organizado, Luis Pacheco, explicó a Brecha por qué no objetó la instrucción general número 11, por la cual dictaminó el archivo del caso Blás. También argumentó por qué no aplicó una resolución que, aprobada dos días antes de su fallo, impide cerrar las causas por delitos de defraudación tributaria.
—¿Cómo es posible que la convicción de un fiscal sobre
la comisión de un delito, que amerita procesamiento, se supedite a una
instrucción administrativa?
—Las
instrucciones generales se discutieron mucho cuando se implantaron, porque,
entre otras cosas, se argumentaba que violentaban la independencia técnica y
que podían decir cosas que la ley no decía. Hay instrucciones generales en la
mayoría de los países y se sigue discutiendo. En Uruguay, es un instrument...
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