El economista falleció el martes pasado, a los 72 años. Fue el primer presidente del Banco Central designado por un gobierno de izquierda, en 2005. Se desempeñó como embajador en Bélgica y Luxemburgo, y como jefe de la Misión Permanente ante la Unión Europea, entre otros cargos. Fue, también, compañero de esta casa.
En recuerdo de Walter
Diferentes escenas, como en una película, parecen cobrar sentido y explicar la llegada de Walter a la presidencia del Banco Central del Uruguay (Bcu). Entre ellas, sus actividades previas como docente e investigador en el Claeh en los años oscuros de la dictadura, que continuaron luego en la Facultad de Ciencias Sociales y en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República, donde llegó a desempeñarse como director del Instituto de Economía. Pero su tarea no se redujo a lo académico, sino que se continuaba en la actividad política, en la militancia comprometida con el Pdc y, especialmente, con el Frente Amplio.
Por otro lado, se debe destacar la valentía de haber asumido la presidencia del Bcu en plena crisis financiera y haber heredado la dirección de una institución a la que gran parte de la ciudadanía hacía responsable de la profunda crisis política, social, económica, financiera y bancaria en la que asumió su gestión. Su profundo espíritu de diálogo, alejado de todo dogmatismo, hizo posible que lidiara con los intereses contrapuestos de los acreedores del país –especialmente el Fmi–, los ahorristas defraudados, los trabajadores de los bancos cerrados y los miles de uruguayos sumidos en la pobreza y la desocupación, y con la idea central de emigrar.
Creo que su inteligencia y su conocimiento de la realidad del país fueron aspectos principales para superar la crisis, tanto como su fuerte compromiso político y la confianza en que el Frente Amplio lograría superar el momento con la solidaridad y la ayuda de los compañeros, pero también de todas las colectividades políticas. Quien escribe tiene el honor de haberlo acompañado en gran parte de su trayecto como alumno, colega, compañero político y amigo. Vaya un fuerte abrazo a su familia.
César Failache
En casa
Tiempo atrás, a inicios de los años dos mil, en momentos en que Brecha se expandía y lanzaba una serie de suplementos, Walter Cancela coordinó la primera versión de una separata mensual de economía que se llamó Detrás de los Números. Walter no era, tal vez, el candidato más “natural” para hacerse cargo de una propuesta de este tipo: era bastante más moderado que la media de los redactores del semanario. Pero sabía que debía ampliar el abanico. Tal vez muchos lectores recuerden la seriedad con que dirigió el suplemento y lo abrió a menudo a posturas bastante más a la izquierda que la suya. Exigía, eso sí, que los textos fueran calificados, cualquiera fuera su orientación. Tras su salida de la dirección del suplemento, un poco antes de que asumiera la presidencia del Banco Central, en 2005, continuó colaborando por un tiempo con Brecha, en el propio Detrás de los Números y en el cuerpo del semanario. Los caminos luego se fueron abriendo, pero Cancela se mantuvo siempre cercano a la casa.
Daniel Gatti