Había que decirlo afuera, y se dijo. Hace ocho días que los códigos machistas del carnaval, algunos practicados hasta extremos delictivos, comenzaron a caer. La cuenta @varonescarnaval, creada en Instagram por mujeres que se declaran «hartas de la impunidad» y se mantienen en el anonimato por temor a represalias, revela a la población algo que la comunidad carnavalera sabe desde siempre, pero no terminaba de asumir: la violencia basada en género, naturalizada o encubierta, campea entre adolescentes y jóvenes integrantes de las agrupaciones o seguidoras de las máximas figuras. Desde micromachismos hasta violaciones, la amplia gama de relatos anónimos compromete a reconocidos artistas e interpela a las autoridades, que, en ciertos casos, ya están tomando medidas.
La Fiscalía General de la Na...
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