Unos reaccionaron más impulsivamente, otros con más equilibrio, unos pensaron en su familia y hay otros que no, pero hasta hoy en día estamos todos en una situación de disconformidad, porque tenemos visitas esporádicamente, porque no podemos ver a más de una persona y porque no pueden entrar nuestros hijos, nuestros nietos o nuestros sobrinos chicos», narró a Brecha Marcelo, privado de libertad, de la Unidad 6 de Punta de Rieles.
A mediados de marzo el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) publicó un comunicado en el que, entre otras medidas para evitar la propagación de la covid-19, se establecían restricciones para las visitas: se acotó a un único visitante por cada privado de libertad y, a la vez, ese visitante debía ser mayor de 18 años y menor de 60. Asimismo, las visitas comenza...
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