En la zona de la calle Camino de los Horneros, cercana al Aeropuerto de Carrasco, los barrios privados no paran de crecer. Adaptándose a las pretensiones de aquellos que, con cuantioso poder adquisitivo, eligen habitar apartados del espacio público, el incremento de los servicios a los que sus moradores pueden acceder sin cruzar los cercos perimetrales o apenas asomándose afuera ha llevado a algunos académicos que estudian el fenómeno a concebirlos como pueblos privados más que como barrios. Dentro de los recintos hay ofertas deportivas y comerciales, y, recientemente, una oferta educativa dada por un colegio instalado en las inmediaciones.
A su vez, su rentabilidad como negocios inmobiliarios –apalancada por suculentas exoneraciones impositivas y, en Canelones, por una legislación departa...
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