—¿Por qué quisiste ser maestra?
—Debe de haber influido el hecho de que tuviera madre y tías maestras. Mi padre era arquitecto, pero yo no sabía dibujar, o creía que no sabía. Intuía que la de magisterio era una carrera que iba a gustarme y no me equivoqué. Entré en el 67 –años movidos– y en mi casa eran de izquierda; yo también [sonríe]. Luego de recibirme di un concurso y, cuando fui a elegir el cargo, acompañada por el padre de mis hijos, este me recordó que convenía que la escuela estuviera cerca de donde vivíamos, porque ya teníamos una beba, que ahora cumple 50 años. Me acerqué a la mesa de elección y dije: «Escuela 157, Villa García». Tenía que tomar dos ómnibus para ir.
—¿José Pedro Martínez Matonte era maestro allí?
—Martínez Matonte era el director. En ese entonces, esa escuela e...
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