El dramaturgo Dino Armas es uno de los escritores teatrales más prolíficos de Uruguay. En sus 80 años lleva más de 60 obras estrenadas; en este caso llega, dirigida por Marcelino Duffau, su pieza Noche de paz. Para llevar adelante esta pulseada para dos actores, Duffau enfrenta a Susana Groisman (cuarta obra que la actriz interpreta del autor, recordemos en 2021 su rol en Katia y Klaus) con Juan Kühr, que desarrollan mediante el diálogo los diferentes estados por los que transitan sus personajes en una noche que parece eterna: dos seres rotos que tratan de recomponer sus grietas mientras buscan las palabras necesarias para elaborar su duelo.
Armas se destaca por su capacidad de observación de las conductas humanas y por el desarrollo de las vetas psicológicas de sus personajes. En Noche de paz presenta a una madre que arrastra un dolor irreparable –la pérdida de una hija en un accidente doméstico– mientras se vuelca al alcoholismo, y a un padre que transita su duelo por otros caminos más ligados al ámbito creativo y a su vida profesional como escritor. La pieza se concentra en el presente, en un tiempo delimitado por la duración de una noche en la que el encuentro y la conversación de la pareja son los protagonistas. Para ello, el director elige encuadrarlos en un espacio de living notoriamente desordenado, con elementos que reflejan los desahogos elegidos por los personajes para digerir su pérdida: varias botellas de alcohol rigen la escena, acompañadas de cientos de publicaciones del galardonado escritor que representa Kühr.
El carácter intimista permite el desarrollo de sutiles rasgos de los personajes, que aparecen como cuentagotas a medida que los diálogos discurren. Así, somos testigos de una enorme violencia contenida. Hay un hecho del pasado que no parece claro y que los ha transformado en las figuras quebradas que vemos hoy. Armas construye en profundidad una conversación de una pareja adulta que compartió una vida, y ese pasado pesa mientras los arroja a una bandada de reproches insuperables. Groisman compone y sostiene los rasgos de un personaje que anestesia las penas con el alcohol y que arrastra un dolor difícil de ocultar, mientras Kühr compone a un personaje más racional, pero que reprime sus sentimientos. Ambos son el eje de esta pieza que necesita de una profunda química entre los actores para resultar verosímil y conmover al espectador.
En esta noche planteada la paz se ansía, pero no logra llegar. Armas utiliza los recursos del expresionismo mientras menciona con insistencia una tormenta que se anuncia y parece pronta para desatarse, tormenta que estos personajes han atravesado anteriormente. La gacetilla anuncia que la obra tiene influencias del teatro de los estadounidenses Edward Albee y Tennessee Williams, y tal vez esos nexos se encuentren en la profundidad con la que el autor observa a estos personajes solitarios y marginados. Noche de paz es un texto que pertenece a la etapa de madurez en la escritura de este dramaturgo, que ha sido galardonado en varias oportunidades y traducido a varias lenguas. Sus obras han sido estrenadas tanto en Uruguay como en Argentina, Estados Unidos, España y Rusia, entre otros países.