Quienes se informan solamente a través de las redes sociales pueden creer que Jair Bolsonaro encabeza la intención de voto de cara a las elecciones de este domingo, al contrario de lo que indican la mayoría de los institutos de investigación electoral registrados en el Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE). Las publicaciones con más interacciones y más compartidas en Facebook, Twitter, Telegram y Whatsapp difunden datos e investigaciones que dan como segura la victoria del actual presidente, además de teorías conspirativas basadas en la afirmación falsa de que las consultoras y las encuestadoras principales han sido compradas por Lula da Silva o por el Partido de los Trabajadores (PT).
De los diez videos más compartidos sobre el tema en Facebook entre el 16 de agosto y el 6 de setiembre, cuatro fueron realizados por el influencer bolsonarista y actual candidato a diputado federal por Goiás Gustavo Gayer. En el contenido número uno del ranking, Gayer intenta desacreditar a Datafolha, un instituto independiente del Grupo Folha, cuya última encuesta electoral para la presidencia mostraba entonces a Lula con el 45 por ciento y a Bolsonaro con el 34 por ciento de las intenciones de voto (al cierre de esta edición, de los votos totales, Lula alcanzaba el 48 por ciento y Bolsonaro el 34). En el video, Gayer dice que «nadie mínimamente ilustrado cree en Datafolha» y aborda la decisión de un juez de Bahía que a fines de agosto accedió a un pedido del PT e impidió la divulgación de una encuesta de Datafolha en ese estado por la existencia de inconsistencias. El contenido de Gayer fue publicado el 24 de agosto y menos de dos semanas después superaba las 40 mil interacciones y los 28 mil likes, y había sido compartido 9 mil veces.
Para ese entonces, el 20 por ciento (diez) de las 50 publicaciones con más interacciones en Facebook buscaban desprestigiar a las encuestadoras tradicionales, otro 36 por ciento (18) publicaba encuestas que le daban la victoria a Bolsonaro o en las que la diferencia entre él y Lula era menor a la informada por la mayoría de las encuestadoras y 12 contenidos eran neutrales, generalmente posts de medios periodísticos. Cinco fueron publicadas por políticos de izquierda que compartían encuestas en las que Lula era el ganador, cuatro abordaban otro tema y una difundía desinformación sobre la seguridad de las urnas.
En el segundo video más compartido sobre el tema, Gayer dice que los institutos de investigación tradicionales «siempre intentarán poner a Lula al frente y mostrar a un Bolsonaro rechazado», porque «necesitan que la canilla vuelva a derramar dinero público como antes». El influencer señala luego una encuesta en la que su candidato gana las elecciones. Se trata de un análisis del Grupo 6 Sigma, que también fue publicado en un artículo del blog bolsonarista Jornal da Cidade Online bajo el título «La encuesta electoral que los viejos medios esconden desesperadamente». El artículo vinculaba el video de Gayer, que fue monetizado en Youtube y a comienzos de setiembre superó las 363 mil reproducciones y los 89 mil me gusta. El influencer volvió a citar esa encuesta en una publicación de Facebook una semana después. El análisis del Grupo 6 Sigma está registrado en el TSE.
CAMPAÑA FAKE
Facebook también permitió la promoción monetizada de una «encuesta rápida» sobre la carrera presidencial, lo que es un delito electoral según la ley brasileña, que establece que está vedada «durante el período de campaña la realización de encuestas relacionadas con el proceso electoral». «Ya basta de estas encuestas apoyadas por la red de basura lobo, en la que el ladrón siempre está al frente, ¿no?», pregunta el anuncio publicado por el candidato a diputado federal por Santa Catarina Ricardo Alba. El contenido fue promocionado al menos cuatro veces en Facebook e Instagram y costó aproximadamente 400 reales, según datos de la Biblioteca de Anuncios de Facebook.
«¡Bolsonaro gana hoy en todos los estados, porque la gente quiere que continúe!», dice el mensaje más compartido en Whatsapp y Telegram, según informes generados a pedido de Agência Pública por el proyecto Eleição Sem Fake, de la Universidad Federal de Minas Gerais. El mensaje pide a las personas que reenvíen el texto a al menos diez contactos: «¡Enviales a tus amigos esta aspiración de alguien honesto sentado en la silla de presidente de un Brasil renovado!». Hasta el 6 de setiembre, en Whatsapp el texto había sido enviado 124 veces por 105 usuarios diferentes y había aparecido en 87 grupos, mientras que en Telegram lo hizo 28 veces en 12 grupos, pero la encuesta citada en el mensaje no existe.
El segundo mensaje más compartido en ambas aplicaciones dice que un grupo del Supremo Tribunal Federal quiere impugnar la candidatura de Bolsonaro por supuestas presiones de «Lula, Zé Dirceu y el PCC» (el grupo delictivo Primer Comando de la Capital), quienes habrían descubierto que Lula perderá las elecciones. «En una encuesta INTERNA, NO FALSA, el PT encontró que Lula SOLO TIENE el 17 por ciento de los votos y que BOLSONARO GANA en la primera vuelta CON el 62 por ciento de los votos», señala el texto, en mayúsculas en el original. El texto había sido enviado 115 veces por 93 usuarios en 94 grupos de Whatsapp y había sido identificado 16 veces en Telegram, en 11 grupos. También es una mentira.
En Twitter, entre las 20 publicaciones más compartidas durante el período, seis buscaron desacreditar a los institutos de investigación, lo que equivale al 30 por ciento de la muestra. En otras ocho encuestas compartidas Bolsonaro estaría ganando las elecciones –en una de ellas, Ciro Gomes y Bolsonaro son quienes pasan a la segunda vuelta–, lo que choca de frente con los datos de la mayoría de las encuestadoras tradicionales. Esos 14 contenidos fueron compartidos más de 12 mil veces y al 6 de setiembre alcanzaban más de 70 mil likes. Los seis tuits restantes eran neutrales o abordaban otros temas.
«Se acabó la joda. Tendrán que contar con que Globo pague medio millón para contratar encuestas electorales falsas de Datafolha», dice Paulo Figueiredo Filho, periodista del medio bolsonarista Jovem Pan News, responsable del primer lugar entre los contenidos más retuiteados. En el post, Figueiredo sugiere que el Grupo Folha le está dando la victoria a Lula por haber dejado de recibir fondos públicos durante el gobierno de Bolsonaro. El post aparecía en segundo lugar en el ranking de las publicaciones con más likes, con más de 9.600.
Ed Raposo, candidato a diputado federal por Río de Janeiro por el bolsonarista Partido Trabalhista Brasileiro, y el perfil de Twitter Brazil Fight están como los que más aparecen tras estos posts. Cada uno de ellos logró que dos de sus publicaciones estuvieran entre las 20 más compartidas. En uno de los posts, Raposo critica el método de las encuestas electorales por supuestamente entrevistar a poca gente e insinúa que no son válidas. El tuit superó rápidamente los 600 retuits y los 3 mil me gusta.
Al contrario de lo que comparten los bolsonaristas, el expresidente Lula se mantiene al frente de la carrera presidencial en casi todas las encuestas, lo que es confirmado por el agregador de encuestas de Estadão, que considera datos de 14 institutos de análisis destacados. El agregador indicaba, a comienzos de mes, que Lula tenía el 44 por ciento de las intenciones de voto y Bolsonaro, el 34 (al cierre de esta edición, daba a Lula el 52 por ciento y a Bolsonaro el 35).
NARRATIVA PARA EL DÍA DESPUÉS
El discurso que prevalece en las redes sociales también es utilizado por el presidente y sus correligionarios fuera de ellas. «Aquí no hay Datafolha mentirosa, aquí está nuestro Datapovo», dijo Bolsonaro encima del estrado en el acto del 7 de setiembre en Brasilia. Ese día, el presentador del evento estimó que había un millón de personas en el lugar, mientras que el portal periodístico Poder 360 estimó la audiencia en un máximo de 115 mil personas. El número de participantes en el evento, inflado o no, fue utilizado por los partidarios del gobierno para indicar que Bolsonaro estaría ganando la carrera electoral y que las encuestas que señalan la victoria de Lula estarían amañadas.
Para Samara Castro, abogada de derecho electoral y coordinadora de Comunicaciones de la Academia Brasileña de Derecho Electoral y Político, los bolsonaristas están creando una narrativa de que las encuestas electorales no son confiables, lo que ha servido para enturbiar el proceso electoral. Tras desacreditar los análisis tradicionales, sugieren otros en los que gana su candidato.
Las encuestas alternativas, dice, «son parte de esa narrativa y ayudan mucho a desacreditar el sistema electoral». «El Ministerio Público, en defensa de la integridad y de la propia justicia electoral, debe tomar una actitud más activa en la eliminación de encuestas y sondeos irregulares», evalúa la abogada.
Desde el Ministerio Público se afirma que el organismo actúa «antes, durante y después del período electoral con el objeto de velar por el cumplimiento de las normas que rigen el proceso electoral» y de que las irregularidades «sean investigadas, con la adopción de las medidas que en cada caso se estimen pertinentes». El TSE, consultado sobre la desinformación relacionada con las encuestas, prefirió no responder.
(Parte de un reportaje publicado originalmente en Agência Pública. Traducción de Brecha.)