Meses lleva metódicamente preparándose el escenario para una nueva intervención militar extranjera en Haití. La reclama el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro; la reclama el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres; la reclama el propio primer ministro y presidente haitiano, Ariel Henry. Y la piden incluso medios de prensa estadounidenses, como el Washington Post, que en un reciente editorial habló de la necesidad de una «acción muscular por parte de actores externos» para evitar que «el caos se instale definitivamente» en el país, reiterando un deseo que el mismo medio ya había formulado un año atrás.
La principal nueva excusa es el creciente poder de bandas mafiosas que controlan parte del territorio haitiano, aterrorizan a la po...
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