No se ve el principio pero tampoco el fin es el título del arte de tapa de Deriva, de Tatiana Oroño (San José, 1947), con autoría de Alfredo Ghierra. La nebulosa que envuelve la construcción arquitectónica en blanco y negro, la propuesta de transportarnos a un espacio en el que lo circundante se diluye y se imagina en sus formas, en lugar de observarse con certezas, resulta la puerta de entrada a este poemario, el decimotercero en la extensa e importante trayectoria literaria de su autora. La experiencia estética que se inicia con la belleza de la imagen no nos abandona a lo largo de la lectura de las cuatro secciones que componen el libro. Poemario de la interioridad, surgido de los tiempos en pandemia, cuando el mundo exterior se disolvía y se volvía incierto, y la reflexión de la voz lí...
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