La indagatoria por las amenazas del autodenominado “Comando Barneix” tenía escasos avances. Una pista cambió la pisada. Los investigadores apuntaron a un joven de unos 30 años, con antecedentes por delitos de odio en redes sociales. En junio, los efectivos allanaron la casa de Nicolás Gonella y otra finca, lo que permitió incautar computadoras, notebook, celulares, cámaras fotográficas y varios dispositivos de almaceamiento. El resultado fue inesperado.
Una pericia permitió identificar que uno de esos discos contenía más de un 1,2 millones de archivos con fotografías y videos de pornografía infantil. Entre el material incautado se encontraron fotos del presidente Luis Lacalle Pou, de ex mandatarios, jueces, fiscales y militares condenados, así como de Adolf Hitler, Francisco Franco y Augusto Pinochet y de grupos neonazis, el Ku Klux Klan o de grupos terroristas, todas contextualizadas con opiniones de contenido ideológico.
También se hallaron publicaciones en redes sociales donde el joven llama a combatir la institucionalidad y legalidad del Estado y a todas las ideas contrarias a su pensamiento. Además, en uno de los blogs surge una conversación con el nexo de una organización en el extranjero donde este joven se hace responsable del homicidio de cinco personas trans en Uruguay
Con estos elementos, la fiscal Silvia Lovesio solicitó la formalización de la indagatoria. El joven fue imputado por instigación pública a delinquir, apología del delito, incitación al odio y almacenamiento y distribución de pornografía infantil; la jueza Marcela Vargas dispuso una medida cautelar de prisión preventiva por 180 días, a la espera del juicio. Este jueves, las autoridades avanzaron en la indagatoria sobre las amenazas del comando; el joven se negó a declarar, pero finalmente, la jueza Ana de Salterain, a pedido del fiscal Luis Pacheco, lo procesó por el delito de violencia privada cómo autor material de las amenazas.
En enero de 2017, trece personas con participación en causas por violaciones a los derechos humanos recibieron un correo electrónico desde una casilla desconocida. Allí se leía: «El suicidio del general Pedro Barneix no quedará impune, no se aceptará ningún suicidio más por injustos procesamientos. Por cada suicidio de ahora en más, mataremos a tres elegidos azarosamente de la siguiente lista». Este grupo reapareció en las horas previas al balotaje de 2019, a través de un mensaje viral de Whatsapp, en el que se ordenaba votar al actual presidente Luis Lacalle Pou.
En cuatro años poco se supo sobre el origen de las amenazas. El dato más significativo fue que los correos fueron enviados a través de la red Tor, un software libre y una red abierta que dificulta el análisis del tráfico y la identificación directa de las partes en una comunicación. Las pericias permitieron identificar dos direcciones de IP, con origen en Estados Unidos, pero el sistema de esta red oculta garantizó el anonimato del emisor. Un análisis del correo electrónico, en tanto, permitió trazar un perfil del autor: una persona mayor con conocimientos informáticos, vinculado al mundo militar (Veáse La red oculta, Brecha, 5-II-2021).
El análisis del material incautado al joven permitió detectar una dirección de IP que lo vinculó a un grupo que destaca su colaboración con “Amanecer Dorado”, una organización de ultraderecha griega, de ideología fascista, que fue declarada como una organización criminal, así como células neonazis en Alemania, España, Estados Unidos y Canadá. En estos archivos surgen referencias a dominios “Onion”, de la red Tor.
El acceso a la red Tor fue uno de los indicios para fundamentar su procesamiento como autor del correo con las amenazas; también que entre los archivos incautados se encontró abundante material de las personas que fueron amenazadas, entre otros indicios. La investigación busca ahora a determinar si existen otras personas involucradas en las amenazas. Algunas de las víctimas tienen la convicción de que el joven no actuó sólo.