El fundador de Wikileaks difundió esta semana un documento con sus declaraciones ante la fiscalía sueca, que el 13 de noviembre lo interrogó en la embajada de Ecuador en Londres, donde está refugiado hace más de cinco años. En esa documentación están incluidos los mensajes que intercambió con las dos mujeres suecas que lo acusan de violación y acoso sexual, base del juicio al que está sometido en el país escandinavo.
Según consignó la publicación digital española Eldiario.es, que difundió en exclusiva las declaraciones completas de Assange el miércoles 7, en la primera parte de esos documentos el australiano “describe el clima de persecución y hostigamiento que precede y rodea su viaje a Estocolmo. Dos semanas antes, Wikileaks había publicado los ‘Diarios de la guerra en Afganistán’, unos 75 mil documentos clasificados del Pentágono con información sobre la muerte de decenas de miles de personas. Assange documenta la escalada de amenazas con artículos de medios como The New York Times, The Washington Post o la revista Harper’s, donde hay declaraciones del Pentágono y del Ministerio de Defensa que plantean medidas drásticas y hasta ilegales para capturar al australiano”.
Según consigna después, al llegar a Estocolmo se vio privado de medios porque las tarjetas y cuentas de Wikileaks habían sido canceladas o bloqueadas. “Tuve que depender de otros, no sólo para tener un techo sino para comida y dinero.” En ese contexto fue que conoció a las dos mujeres que lo denuncian. Una de ellas, S W, “sabía una cantidad inusual de cosas sobre mí”, apunta. Con la otra, A A, una militante socialdemócrata, había mantenido relaciones sexuales “consentidas” en los días anteriores. Con S W los “encuentros sexuales, también consentidos”, se produjeron poco después, en la casa donde Assange paraba, en Enköping, al oeste de Estocolmo. De acuerdo al dirigente de Wikileaks, en determinado momento sintió que la muchacha “podría portarse de manera impredecible si creyera que la estaba rechazando”. “Más adelante descubre que su cuenta de Flickr estaba llena de fotos suyas”, consigna el Eldiario.es. Se acuestan “cuatro o cinco veces”, y los contactos siguientes son una semana después, cuando Assange se entera de que S W está en el hospital. “La chica estaba haciéndose pruebas para descartar posibles enfermedades de trasmisión sexual y quería que él también las hiciera. Julian no puede ir ese día y quedan para el sábado. Al día siguiente Assange se entera por la prensa internacional de que ha sido acusado de violación”, describe la publicación digital. Assange exhibe en su documentación los mails y Sms que intercambió con las dos mujeres, y que hablan “por sí mismos” no sólo acerca de su voluntad de mantener relaciones sexuales con él sino también acerca de cómo fueron manipuladas por la policía para que lo acusaran, y cómo en cierto momento pretendieron sacar partido económico de sus encuentros vendiendo su historia a la prensa.
“Assange asegura en su declaración que permaneció voluntariamente cinco semanas más en Suecia para contestar todas las preguntas de la policía y que sólo se marchó cuando obtuvo el permiso de la fiscal para volver a Londres y el caso quedó cerrado”, dice Eldiario.es.
A fines de noviembre de 2011 Wikileaks inició la difusión de más de un cuarto de millón de mensajes diplomáticos clasificados del Departamento de Estado de Estados Unidos. “Los cables revelaban que los servicios de inteligencia suecos tenían un patrón de conducta ilegal cuando estaban en juego los intereses del gobierno estadounidense, incluyendo casos de tortura relacionados con la Cia”, recuerda Assange en su declaración.
El fundador de Wikileaks siempre afirmó que las acusaciones de violación son apenas una excusa para llevarlo a la cárcel en Suecia y que así Estados Unidos pueda pedir su extradición por haber filtrado información secreta de sus fuerzas armadas y su diplomacia, un delito por el cual podría ser condenado a muerte.