Repensar el Carnaval, comprender los cambios sufridos por su espectacularización, visibilizar a sus hacedores y recorrer algo de su historia es la apuesta de este texto. También, un disparador para discutir qué tipo de política queremos para “la fiesta más popular”, y cuáles son las imágenes –a menudo frustrantes– que del presente y de nosotros mismos nos devuelve.
Empezó el Carnaval, y la fiesta y las tradicionales polémicas que aportan sus propuestas son acompañadas por acaloradísimas discusiones en torno al concurso, las políticas públicas, los derechos y ganancias económicas, la “corrección” política, la relación entre el gobierno y los empresarios, y entre Estado y mercado, y hasta la propiedad del escenario máximo del Carnaval.
La dinámica del escándalo en las redes, que hoy pa...
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