Carrera contra el tiempo - Semanario Brecha
Edición 1630 Suscriptores

Carrera contra el tiempo

A dos años de su creación, el Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia (Gtvj) aún no acaricia las metas que se propuso. Su coordinador, Felipe Michelini, asegura que 2017 será un “año de concreciones”, pero todavía no hay definiciones acerca de cómo lograrán sus objetivos.

Dibujo: Ombú

El Gtvj no ha logrado colmar las expectativas de las organizaciones sociales, ni ha conseguido concretar los objetivos trazados en el decreto de su creación, que Tabaré Vázquez firmó, a poco de asumir, un día antes de la vigésima Marcha del Silencio. Un año después el grupo presentó los lineamientos de trabajo, que coinciden en su mayoría con lo que ya establecía el decreto.

Felipe Michelini, coordinador del grupo, se muestra optimista y entiende que 2017 será un año de concreciones. Hasta el momento –asegura– el grupo ha estado “en adaptación” debido a diferentes factores que favorecieron la dilación de sus objetivos. Uno de ellos fue el robo en el Giaf y las amenazas a sus investigadores. Esta situación, que la justicia no ha logrado aclarar, no implicó la pérdida de información, pero...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 1985 Suscriptores
Sartori admitió ante la JUTEP su vinculación con empresas omitidas en sus declaraciones juradas

Fusiones, confusiones y confesiones

Edición 1985 Suscriptores
Salud: un proyecto contra los servicios vips

Equidistancias e inequidades

Edición 1985 Suscriptores
La distribución de ingresos y regalías en la industria musical uruguaya

El dinero es un hit

Edición 1985 Suscriptores
Abuso policial en el barrio Ituzaingó

Levantá la cabeza, se te cae la gorra

Edición 1985 Suscriptores
El archivo de la causa por el acuerdo con Katoen Natie como «asunto político»

A mal puerto