La apuesta es desplegar un programa integral para la primera infancia que corte de raíz la reproducción de la pobreza. También que rearme el puzle de las políticas sociales, fortalezca las instituciones públicas y ayude a las familias más vulnerables durante el embarazo y los primeros años de vida de sus hijos.
Aunque la pobreza se ha reducido en los últimos años, continúa abrazada con fuerza a la población infantil: casi un tercio de los menores de 6 años vive bajo la línea de la pobreza (frente a un 4,5 por ciento de los mayores de 65 años). Es la huella etaria o lo que se conoce como la infantilización de la pobreza, una tendencia mundial de larga data.
El hacinamiento, la precariedad habitacional, los riesgos sanitarios, las deficiencias nutricionales o la falta de est...
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