DE ADENTRO
MAGLIANO. Si en vez de una columna de reseñas esta fuera una columna de crítica, se podrían desempolvar todos los elogios habituales y usarlos para hablar de El corazón de las ciruelas, de Claudia Magliano. Podría hablarse de madurez. De intensidad. De una voz que enuncia con unidad y potencia sin decaer a lo largo de todo el poemario. Podría hacerse. Y sería justo el uso de cada uno de los superlativos. Pero insuficiente.
Este libro, coeditado por Civiles Iletrados y Ático ediciones, es, como dice Marisa Silva Schultze en la contratapa, un universo que se ha construido a través del lenguaje. El lector que se aventura no pasa por una puerta sino que se sumerge. No es un umbral, es una orilla. Primero parece que se está ingresando en un clima (la nieve, la ofrenda, los árboles, e...
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