Hoy, mientras escribo esta nota, en una situación histórica que nos exige tanta distancia física y social, pienso: ¿cuándo será la próxima vez que vea a un montón de gurisas poetas darse un abrazo como los de esos días?
El sol
apenas calienta los hombros en la tarde temprana de
una ciudad que, a cuatro días de la asunción de la derecha, comienza a mostrar
un aparato represivo refinado. Tres hombres grandes de la Guardia Republicana
montan orondos sus caballos a paso tranquilo en la intersección que cruza José
Luis Zorrilla de San Martín con Tabaré, en el barrio Punta Carretas. El portero
de un lujoso edificio se asoma a disfrutar del espectáculo y saca un par de
fotos a los titanes. Parece feliz y sorprendido con el desfile inusual de las
fuerzas de seguridad que pasean entre los caserones...
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