Los caminos hacia el reconocimiento de las diversidades de género pueden ser muy distintos, como muestra el diálogo con este activista costarricence. En América Latina el punto de partida parece idéntico: las amenazas flamígeras desde el púlpito, la ola de solidaridad que despertó la epidemia del sida.
“Antes,
hablar de esto estaba prohibido, era casi una sentencia.” Marco Castillo lleva más de treinta años
en las luchas de las personas sexualmente diversas. Ahora es casi políticamente
incorrecto discriminarlas, aunque todavía sucede, pero en los años ochenta, o
antes, su militancia era clandestina. Hoy se lo puede ver, solo o con su
pareja, participar en cuanta movilización haya sobre temas de la diversidad
sexual. Aunque no sea su organizador, sabe que es un referente para el
movim...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate