El 20 de agosto, los ecuatorianos irán nuevamente a las urnas ante la convocatoria anticipada de elecciones presidenciales y legislativas en el país. Estas elecciones de carácter extraordinario son consecuencia de la disolución de la Asamblea Nacional por el presidente Guillermo Lasso, tras invocar la cláusula constitucional popularmente conocida como «muerte cruzada».
Es la primera vez que en Ecuador se aplica esta figura legal, que, pese a estar recogida en la Constitución de 2008, nunca había sido puesta en práctica. A partir de la disolución del legislativo, la ley faculta al mandatario ecuatoriano a gobernar mediante decretos de urgencia económica durante los próximos seis meses –plazo en el que debe conformarse un nuevo gobierno– sin el contrapeso de ningún otro poder del Estado.
Así...
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