Días de música - Semanario Brecha
Otro libro de Fernando Peláez

Días de música

Días de blues, de Fernando Peláez. Editorial Estuario. Montevideo, 2020. 228 págs.

El rock uruguayo tiene una larga y dispar historia que ha pasado por sucesivas etapas, fue parcialmente interrumpida por la dictadura,  renació en los ochenta y llegó a convertirse en mainstream en décadas posteriores. Si bien la palabra rock se ha caracterizado por englobar una amplia gama de corrientes, por estos lares se la asoció, en un principio, con lo «moderno» y lo «eléctrico», más allá de qué fuera lo que sonara. En los fermentales sesenta (perdón por el lugar común) ya la variedad era notoria: desde grupos pop inspirados en la canción romántica italiana, como Los Iracundos, hasta el candombe beat de la barra de Rada, Mateo y muchos más, pasando por los beatlescos Los Shakers. Infinidad de grupos, normalmente muy mal equipados (algo inconcebible décadas después), lograron perfiles propios casi sin proponérselo. Casi que podía aplicarse la frase de García Márquez en Cien años de soledad: «El mundo era tan reciente que muchas cosas carecían de nombre y para nombrarlas había que señalarlas con el dedo». Dentro de esa vasta variedad, un grupo llamado Días de Blues logró un estilo definido, contundente, que lo posicionó entre las leyendas de la época a pesar de su breve duración y relativamente escasos registros sonoros. Recuerdo haber tenido un disco de vinilo en el que, de un lado, había una selección de Días de Blues y, del otro, de Opus Alfa; lo había adquirido en alguna tienda musical menor de los setenta, inspirado –supongo– por lo que se escuchaba y se hablaba en el entorno de alguna banda de garaje del barrio. Visto de ahora, podría pensarse que era música bastante actual (esa edición mixta, en sí, era muy reciente); sin embargo, el inicio de la dictadura actuaba como un mojón donde todo lo anterior pertenecía a un pasado remoto y ese disco fue, para mí, una especie de pieza de museo. ¿Quién me lo habrá robado?

Toda esta introducción es para hablar del libro de Fernando Peláez, llamado así, Días de blues, perteneciente a una colección de la editorial Estuario dedicada, justamente, a discos, que es dirigida por Gustavo Verdesio. Tengo entendido que los participantes-autores tienen libertad en cuanto al encare que le da cada uno a su libro; en este caso, contiene abundante información histórica, mucha de ella (al menos para mí) desconocida, que nos mete bastante en el contexto, en ese maravilloso entrevero donde los músicos tocaban de todo y en lugares muy distintos a los actuales (por ejemplo, en bailes). De más está decir que Peláez no es ningún neófito en esto; el libro es ameno y casi se puede leer como una novela. Además de contar con la participación de los integrantes del trío y de gente del ambiente de la época, lo que le permite al autor incluir, por ejemplo, la descripción detallada de la actuación del grupo en el Buenos Aires Rock de diciembre de 1972, el libro contiene un análisis canción por canción del disco que inspira el libro. Hay un montón de datos relevantes sobre la grabación, así como reflexiones sobre las composiciones e interpretaciones, incluidas las letras.

En lo personal, lo que me resulta más importante, más allá de la información histórica y el análisis, es el espíritu que sobrevuela todo, el de una época en la que la música se hacía tocando, tocando y tocando, en las condiciones que fuera, y «sonar bien» no implicaba esa prolijidad lavada que surge de las posibilidades de edición actuales. Tampoco se emulaba, técnicamente hablando, a las grabaciones que llegaban de los centros de difusión. La cosa iba más por el lado del toque en sí, del sentimiento que se le ponía y de la energía transmitida. Al respecto, y para remarcar que no se trató de una peculiaridad exclusiva de Días de blues, termino citando una canción de otro grupo de ese mismo tiempo: «No te falta tener mil equipos/ que es tu alma quien debe sonar/ de qué sirven violas importadas/ si no entienden lo que es afinar».

1. «Para hacer música, para hacer», de Miguel Livichich (El Syndikato). Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=yZ-CWh9r52Y

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