La epidemia en Uruguay tuvo un impacto directo en un sector en el que la inestabilidad laboral es cada vez más notoria. En las últimas semanas, más de trescientos trabajadores de los medios de comunicación fueron enviados al seguro de paro. Sin embargo, como indicó el presidente de la Asociación de la Prensa Uruguaya, Fabián Cardozo, la labor periodística no se detiene ni aunque se declare la cuarentena obligatoria. El recorte de personal abarcó todos los rubros (televisión, radio y prensa) y se extendieron por todo el país.
“Los periodistas están cumpliendo con su responsabilidad. Siguen trabajando, sabiendo que están expuestos al contagio de esta enfermedad”, dijo a Brecha. Por eso, el paquete de recortes de puestos de trabajo (que no sólo abarca a los periodistas) produce una sensación amarga: “Nos preocupa que esta crisis la paguen los trabajadores”. El recorte de personal abarcó todos los rubros (televisión, radio y prensa) y se extendió por todo el país. Los canales abiertos 4, 10 y 12 estuvieron a la cabeza: 120 trabajadores fueron enviados al seguro de paro, en su mayoría técnicos y administrativos; en Vtv y La Red (que retransmite contenido de los canales privados) se concretó una veintena de envíos al seguro. A esto se suman, en algunos canales, la reducción de salarios (en algunos casos llega al 30 por ciento) y la suspensión de programas, cuyos periodistas suelen facturar como empresas unipersonales, por lo que no tienen derecho al seguro. El argumento, en todos los casos, fue el efecto de la pandemia en la facturación.
TELEVISIÓN. La declaración de emergencia nacional sanitaria –en particular, el aislamiento voluntario– tuvo un efecto positivo en la audiencia. Como punto de referencia –según los datos de la consultora Kantar Ibope dados a conocer el martes 10–, antes de detectarse el primer caso de covid-19, Subrayado fue el programa más visto, con 12,98 puntos de rating;1 tres semanas después, el martes 31, el rating trepó a 16,67 (unas 206 mil personas). Este último martes, los tres informativos centrales rompieron la barrera de los 12 puntos.
Pero el aumento de la audiencia estuvo acompañado de una merma en la facturación por publicidad. La pauta diaria, de acuerdo a la información de la Federación Uruguaya de Trabajadores de la Televisión y sus Afines, se redujo entre 50 y 60 por ciento. Esto se debió a, por ejemplo, la caída de los anuncios de shoppings –que están cerrados–, refrescos y bebidas alcohólicas. También se postergó la emisión de programas de alta facturación, como Masterchef, en Canal 10. “Todo quedó en stand-by hasta fines de mayo”, dijeron las fuentes a Brecha. Las medidas, agregaron los trabajadores, fueron negociadas entre autoridades y sindicatos. En Canal 10 se dispusieron envíos rotativos (50 trabajadores en abril y 37 en mayo, cuando regresen los restantes), en los que nadie cumpliría más de un mes en el seguro. En Vtv el recorte abarca todas las áreas, salvo la de prensa, con seguros parciales2 hasta el 17 de abril. En varios casos, se garantizaría que los trabajadores cobraran el total del sueldo mensual.
PRENSA Y RADIO. En el sector prensa, tanto los periodistas como el personal administrativo también sintieron los efectos de la pandemia: El País envió a unos noventa trabajadores al seguro de paro –el grueso, de Ovación–; La República, a 13 –casi el total de plantilla–. Al principio, El Observador había enviado a seis, pero el miércoles la empresa comunicó a los trabajadores que dejará de salir en su edición impresa y sólo imprimirá los sábados, lo que implicará la pérdida de más puestos de trabajo. En la radio hubo algunos casos paradigmáticos: el grupo Sarandí envió al seguro a todo su pesonal administrativo; sólo están trabajando dos operadores y los periodistas. Montevideo Portal envió a toda su plantilla al seguro de paro (unos veinte trabajadores), mediante el régimen de seguros parciales.
La situación también es compleja en el Interior: hubo decenas de envíos al seguro en distintos medios y se suspendieron programas que se quedaron sin financiamiento, afectados por las restricciones en la pauta publicitaria. Los canales de cable del Interior aprovecharon la pandemia para reducir su plantilla mediante el seguro parcial, algo paradigmático, ya que se trata de canales cuya principal fuente de ingreso son los abonados. El argumento no es la caída de la publicidad, sino la conjetura de que la pandemia podría hacer mermar la cantidad de abonados.
En este marco, Cardozo dijo que la Asociación de la Prensa Uruguaya (Apu) solicitó una reunión con integrantes del gobierno para analizar el tema y buscar una solución. Una posibilidad sería otorgar beneficios a las empresas “para atenuar el golpe económico” a cambio de reducir o eliminar los envíos al seguro de paro. El dirigente apuntó que, en todos los casos, las empresas se comprometieron a reintegrar a todo el personal una vez que la situación sanitaria y económica se estabilice, en unos sesenta días. Según el presidente de la Apu, todo esto se produce en un contexto complejo: el avance de la pandemia requiere que medios y periodistas profesionales brinden información de calidad a la población, pero trastoca la economia de las empresas. Por eso, el desafío es monitorear que el reintegro de trabajadores anunciado por las empresas efectivamente se concrete y evitar que estas apovechen la crisis para depurar sus plantillas de trabajadores.
1. Un punto de rating en Montevideo representa unas 12.500 personas.
2. El empleado trabajará medio horario; la empresa pagará el 50 por ciento del sueldo y el Bps, un subsidio del 25 por ciento.