Robert Silva se retiró de la sede del Partido Colorado (PC) con gesto adusto, sin hacer declaraciones. Cargaba sobre sus hombros el cansancio de una intensa jornada y una dura derrota electoral. Además, el acuerdo que pretendía no estaba cerrado. Su sector, Ciudadanos, buscaba que esa noche la divisa colorada anunciara la fórmula presidencial para competir en octubre, con Silva como candidato a vicepresidente. Pero el ganador tenía otras intenciones, e hizo valer el peso de los votos.
Pese al escepticismo que había entre sus rivales, Andrés Ojeda ratificó en las urnas el favoritismo que le daban las encuestas. Ojeda obtuvo 40.179 votos, el 39,5 por ciento, y ganó –por amplio margen– la interna colorada. Segundo se ubicó el expresidente del Codicen (Consejo Directivo Central), con 22.790 (e...
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