Por estos días, el sector Artigas Adelante (la lista 2525) maneja una sola alternativa como candidata a la intendencia: la exdiputada Valentina dos Santos. «Es el único escenario que veo y del único que hablo con mis compañeros, con los militantes y con los referentes barriales de todo el departamento: nuestra lista va a llevar a Valentina dos Santos como candidata», dijo a Brecha el edil Alejandro Silvera, referente del sector. Este dirigente está convencido de lo que dice, pero para cumplir con ese objetivo el sector deberá sortear un escollo.
El 29 de julio, por unanimidad, el directorio del Partido Nacional (PN) aceptó la renuncia del exintendente Pablo Caram y de Dos Santos, condenados días antes por delitos contra la administración pública. «En el PN no tienen lugar quienes se aparten de la Constitución y la ley en el ejercicio de la función pública», consigna la resolución. Entre otras cosas, se valoró que los dos dirigentes habían admitido su responsabilidad «en actos contrarios a la ley y reñidos con las obligaciones que les fueron encomendadas». Además, se envió una nota a la Corte Electoral en la que se anunció que se les prohibía el uso del lema en toda instancia electoral.
La nota, sin embargo, nunca llegó a destino, ya que fue enviada a una casilla de correo electrónico equivocada; el error fue detectado el pasado 10 de enero, por lo que ese día la Corte Electoral notificó a todas las juntas electorales del país sobre la prohibición. De esta forma, para que Dos Santos pueda ser candidata, el directorio blanco deberá revocar esa prohibición, explicó el ministro de la Corte Electoral José Korzeniak a Brecha. «La convención departamental, en este caso de Artigas, es la que define las candidaturas, pero habilitar el uso del lema les corresponde a las autoridades nacionales de los partidos», argumentó Korzeniak.
Lo que aparentaba ser un mero trámite administrativo se convirtió en un culebrón entre los dirigentes blancos artiguenses, con episodios que se expanden hasta Montevideo, donde el tema provoca –como mínimo– incomodidad. Ya reincorporado a la actividad político-partidaria, el excandidato presidencial blanco Álvaro Delgado comenzó a mover sus fichas para lograr la rehabilitación de su aliada norteña, pero por ahora sin consenso en el resto de los sectores nacionalistas. El problema es que el tiempo apremia y en Artigas las posiciones parecen irreductibles. Y entre algunos dirigentes nacionales comienza a crecer el temor a perder la intendencia contra el Frente Amplio (FA).
EL DILEMA
Fue una investigación judicial por el pago irregular de horas extras lo que provocó la caída de la cúpula de la Intendencia de Artigas. Sobre mediados de año, la Justicia condenó al exintendente Caram, a su primo Rodolfo Caram –exsecretario general de la comuna– y a Dos Santos por diversas irregularidades en la gestión comunal. La exlegisladora fue imputada por un delito de «usurpación de funciones»; en su caso, la fiscalía consideró que se autoadjudicó el cargo de directora general de la intendencia y que desde su puesto como diputada decidió asuntos que correspondían a la gestión comunal, como quiénes ingresaban al organismo, en qué cargos, los ceses, las modificaciones contractuales, entre otras resoluciones. Los beneficiados eran punteros políticos o militantes de la lista 2525 (véase «El declive del señor feudal», Brecha, 19-VII-24).
La resolución judicial provocó un cimbronazo en filas nacionalistas. El exintendente era un hombre poderoso, cercano al presidente Luis Lacalle Pou (fue uno de los primeros dirigentes del interior en incorporarse al sector Aire Fresco) y al exsecretario de la Presidencia Álvaro Delgado (véase «Familia, estancia e intendencia», Brecha, 26-VII-24). Dos Santos, sobrina de Caram, era la candidata natural para sucederlo en el cargo. La diputada tenía –y tiene– un fuerte arraigo en el pueblo artiguense y es considerada por muchos el verdadero poder dentro de la comuna.
El resultado de la elección interna de junio dio cuenta del poderío político del sector: la lista 2525 obtuvo 9.266 votos, lo que significa el 71,9 por ciento del total de votos del PN y más del doble que el FA. En octubre, con Caram y Dos Santos condenados e impedidos de ser electos, el sector ratificó su supremacía: obtuvo 11.448 votos, unos 3.900 más que los obtenidos por su principal competidor en la interna, el exdiputado Mario Ayala, de la lista 40. Emiliano Soravilla, exsecretario general de la intendencia y hombre de confianza de Dos Santos, resultó electo diputado.
La mira, ahora, se enfoca en mayo. Dos Santos cumplió la totalidad de su pena (seis meses) el pasado 14 de enero, por lo que quedó jurídicamente habilitada para retomar su actividad política. Su objetivo no está marcado por la ambigüedad: quiere ser intendenta de Artigas. Por eso, integrantes de su agrupación comenzaron una campaña de recolección de firmas para que el directorio blanco permita su candidatura. «La pena que le dio el juez ya terminó y una vez terminado eso el PN, teniendo en cuenta esa realidad, debería comunicar que le habilita el uso del lema», alegó el edil Silvera. «A nivel departamental, la lista 2525 de Aire Fresco fue notoriamente mayoritaria; tiene más del 75 por ciento de los convencionales y la militancia pretende que ella sea candidata», insistió.
Sin embargo, la eventual candidatura de Dos Santos genera resistencia en otras tiendas nacionalistas. «Si ella es candidata va a haber un quiebre, es un hecho», resumió Daniel Volpi, excandidato a diputado por la lista 200 a Brecha. Ese quiebre está pautado por la fuerte enemistad entre el clan Caram y Mario Ayala, actual presidente de la Comisión Administradora del Río Uruguay, quien busca competir por el sillón comunal, pero también por la rivalidad que el caudillo mantiene con otras corrientes blancas del departamento, como la encabezada por el alcalde de Bella Unión, William Cresseri.
Ayala tiene el apoyo de Alianza País –el conglomerado integrado por la lista 40 y Alianza Nacional– y del Herrerismo, así como de otros dirigentes blancos, pero sus chances electorales son reducidas si Dos Santos comparece como candidata. «No tiene posibilidades; quedó demostrado en la interna y en octubre. Ayala hizo un gran esfuerzo económico, trajo grupos musicales de Argentina de alto nivel [para sus actos], pero su militancia ve que no hay cómo ganarle a Valentina», resumió Volpi. La idea de que Dos Santos es imbatible es compartida por varios en la dirigencia nacionalista, según reconstruyó el semanario. Por eso, la decisión del máximo órgano partidario será clave para el futuro de la elección artiguense.
RELOJEANDO VOTOS
Las chances electorales de Mario Ayala aumentan si Dos Santos no puede presentarse. Pero para ser candidato necesita, sí o sí, votos de convencionales electos por Artigas Adelante (la lista 2525 y sus aliados). Es un tema de números: la Constitución marca que para ser candidato a intendente se requiere tener al menos el 30 por ciento de los votos de la convención departamental, donde Artigas Adelante es amplia mayoría.
La convención blanca está integrada por 76 convencionales, por lo que Ayala necesita 23 votos para ser candidato. Su candidatura cuenta con 18 votos propios, legítimos, pero la expectativa es lograr el apoyo de al menos cinco convencionales de Artigas Adelante, que ya habrían anunciado su intención de habilitar múltiples candidaturas. Con todo, eso solo podrá saberse el día de la convención, que aún no tiene fecha fijada. De momento, la realidad es que el sector de Caram –como dice Silvera– controla más del 75 por ciento de los votos de la Convención y puede bloquear cualquier candidatura que no sea propia. Y con el poder de esos votos en sus manos, mueve sus fichas para lograr habilitar a su lideresa.
En medio de este tira y afloje en que está inserto el verano político artiguense, comienzan a alzarse voces de un lado y de otro sobre lo que podría pasar en mayo. El edil blanco Marcelo Silva –que militó en la lista 40–, por ejemplo, no descartó votar al FA en la elección departamental en caso de que Dos Santos sea candidata: «No podemos habernos opuesto a la corrupción como nos opusimos y después apoyarlos para que vuelvan a ser gobierno», opinó Silva en el programa Artigas informa (21-XII-24). Otros dirigentes y militantes blancos podrían acompañar esta postura. Según Volpi, esto no sería una novedad para las filas blancas del departamento: en el año 2000, muchos blancos votaron fuera del partido y permitieron el triunfo del colorado Carlos Signorelli.
El problema –de acuerdo con la visión de algunos dirigentes blancos nacionales– es que si Dos Santos no es habilitada, la rebelión podría venir desde filas de la lista 2525. «Reitero: no es algo en lo que estemos pensando; nosotros estamos trabajando para que Valentina sea candidata. Con ese escenario nos vamos a mover. La realidad política en Artigas está muy marcada. Se hizo un trabajo fuertísimo en la interna y ahí estuvo el resultado. La gente quiere que ella sea candidata», remarcó, otra vez, Silvera.
El debate llegó incluso hasta la capital. Según informó Subrayado, Delgado inició conversaciones para rehabilitar a la exdiputada. Delgado, uno de los principales aliados políticos del clan Caram, fue quien les pidió renunciar al PN cuando la causa judicial se instalaba como tema de campaña electoral, pero en ningún momento fue categórico en sus críticas hacia las acciones adoptadas por sus dos correligionarios al frente de la comuna de Artigas. Por ahora, sus intentos –con llamadas telefónicas a dos senadores de la república– no tuvieron eco en el resto de los sectores nacionalistas, que sopesan el impacto negativo que podría tener la decisión en la opinión pública.
Entre quienes están en contra de habilitar la candidatura de Dos Santos está el senador Carlos Camy (Alianza Nacional). El legislador fue quien hizo la primera denuncia ante el directorio blanco sobre lo que sucedía en Artigas con el pago irregular de horas extras, reiteró su denuncia cuando el tema comenzó a ganar la agenda mediática y pidió la convocatoria de Caram ante el organismo partidario para escuchar su posición cuando la denuncia penal avanzaba en los estrados judiciales.
«Para mí en estos seis meses no ha cambiado absolutamente nada y mi posición como presidente de Alianza Nacional e integrante de Alianza País sigue siendo la misma. No vamos a cambiar de opinión en el directorio del PN ante la eventualidad de que haya una solicitud que pida que se cambie. No veo ni entiendo fundamentos que hagan cambiar en tan solo seis meses lo que en forma contundente se planteó en la resolución del directorio», resumió, categórico, Camy a Brecha.
Fuentes del directorio nacionalista, en tanto, dijeron a Brecha que el tema por ahora no está en la agenda –el organismo partidario está en receso hasta el próximo lunes 3–, pero seguramente sea analizado antes de que los convencionales artiguenses definan las candidaturas. «El asunto es quién lo pone sobre la mesa; por ahora no hay nada», puntualizó un dirigente consultado. La apuesta entre la dirigencia montevideana es lograr una solución consensuada entre todas las partes. Una de las alternativas que están sobre la mesa es que la convención promueva a dos candidatos, Soravilla y Ayala, y que las urnas resuelvan la contienda, lo que en los hechos sería un golpe para los Caram. El objetivo de la cúpula nacionalista, sin embargo, es evitar que el entuerto termine con un efecto indeseado: el triunfo del FA, que con tres candidatos busca arrebatarles la Intendencia de Artigas a las huestes nacionalistas.